La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) presentó ayer miércoles su Balance Migratorio 2023, que recoge una cifra récord de muertes y desapariciones en toda la serie histórica de datos con la que trabaja la entidad andaluza. En total fueron al menos 2.789 personas las que fallecieron o desaparecieron para siempre cuando intentaban llegar al Estado español por su frontera sur. El Balance Migratorio que cada año realiza APDHA es fruto de la labor de monitoreo que realiza cada año la organización y en la que detalla de manera pormenorizada la evolución de los flujos migratorios, ofreciendo una detallada comparativa con respecto a los datos de los años anteriores. El Balance Migratorio elaborado por APDHA es también una respuesta ante la falta de transparencia del Ministerio del Interior y del Gobierno, quienes, pese a tener la obligación de ofrecer datos detallados, incumplen reiteradamente este precepto y solo ofrecen datos mínimos, invisibilizando además a las personas que pierden la vida durante el trayecto migratorio.
Diego Boza Martínez, coordinador general de la APDHA, comenzó su intervención lamentando que «2023 es un año récord en cuanto a número de víctimas y desapariciones«, pues durante el año pasado «un total de 2.789 personas murieron o desaparecieron para siempre cuando intentaban acceder a Europa a través de la frontera sur del Estado español«. El coordinador de APDHA explicó que «durante los últimos 4 años se acumula una cifra de más de 8.000 personas que han muerto o desaparecido, lo que supone un 59% del total de muertos y desaparecidos que se han registrado desde 1988«. Boza apuntó que «un 80% de las víctimas han fallecido cuando intentaban llegar a Canarias, en la que sin duda es la ruta más peligrosa«.
Ana Rosado, coordinadora del Informe Frontera Sur de APDHA, señaló que «en 2023 58.762 personas accedieron de forma irregular al Estado español«, apuntando que «la mayoría lo hicieron por vía marítima«. Rosado explica que «la política de externalización de fronteras que mantiene el Estado español con Marruecos ha desviado a la mayoría de las personas migrantes hacia la ruta canaria, que es la más peligrosa de todas«. En este sentido, «cada día han llegado a Canarias una media de 112 personas, siendo la isla de El Hierro la que más personas ha recibido durante 2023, en total más de 14.000«. El aumento en la ruta canaria, como explica la coordinadora del Informe Frontera Sur, «se ha producido porque desde 2018 hasta 2023 se ha producido un descenso de hasta un 93% en la ruta del Estrecho por los acuerdos que el Estado español mantiene desde 2019 con el país vecino«.
Rosado informó de que «en 2023 llegaron de manera irregular a Andalucía un total de 9.800 personas, lo que supone un 17% del total estatal«. En este sentido, la ruta del Mar de Alborán ha sido la más utilizada para llegar a las costas andaluzas y Almería ha sido la provincia que más personas migrantes ha recibido, «2.000 más que en el año anterior«, mientras que las provincias de Málaga y Granada han recibido conjuntamente durante 2023 unas 1.100 personas. A Cádiz, como señaló la integrante de APDHA, «han llegado en 2023 apenas 1.879 personas, lo que supone un descenso del 93% con respecto a la cifra de personas llegadas en 2018«. La llamada ruta de Levante, que conduce a provincias como Murcia, Alicante o a las Islas Baleares, «también ha sufrido un descenso significativo, suponiendo menos de un 10% del conjunto de personas que acceden al Estado español por su frontera sur«. También se ha producido un descenso significativo en las entradas, fundamentalmente por vía terrestre, que se producen en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
La coordinadora del Informe Frontera Sur de la APDHA, Ana Rosado, explicó que «a pesar del aumento de llegadas respecto al año anterior, no es el máximo histórico, pues otros años aún hemos recibido a más personas migrantes» y lamentó que esa experiencia «no nos ha servido para implementar un sistema de acogida digno y respetuoso con los derechos humanos, dotado con suficientes recursos profesionales y materiales«. Rosado, en este sentido, precisó que «con la excusa de la emergencia, las autoridades ponen en marcha medidas que en la mayoría de los casos vulneran los derechos de las personas que se han jugado la vida con la esperanza de llegar a un lugar seguro«.
Toché García, integrante del Área de Migraciones de la APDHA, quiso mostrar la preocupación de la entidad por «el auge de los discursos racistas y xenófobos, así como por las políticas de externalización de fronteras que la Unión Europea acuerda con países cuyos gobiernos son poco democráticos y vulneran sistemáticamente los derechos humanos«. Toché señaló que «durante 2023 llegaron a la frontera sur europea más de 280.000 personas, lo que supone un incremento del 60% respecto al año anterior, siendo Italia el país europeo que más personas migrantes ha recibido«. La portavoz del Área de Migraciones de APDHA señaló que, «pese al aumento con respecto a 2022, estamos muy lejos de las cifras de más de un millón de personas que se experimentó con la crisis de refugiados de 2015» y que «lo que queda demostrado es que las políticas migratorias de la Unión Europea ni frenan ni reducen el flujo migratorio, sino que solo lo reconduce hacia rutas más peligrosas«. García quiso destacar también que «durante 2023 han llegado a la frontera sur europea más de 30.000 menores de edad, de los cuales más de 18.000 viajaban sin estar acompañados por ningún familiar o referente adulto» y ha denunciado que «los sistemas de acogida para estos niños y niñas distan mucho de lo que deberían ser para garantizar su protección y sus derechos«. Para concluir, Diego Boza, coordinador general de la APDHA, volvió a recalcar que «nos encontramos, como los datos indican, en el peor momento de nuestra serie histórica, con un récord y unas cifras nunca vistas de personas fallecidas o desaparecidas» y apuntó que «estos datos son fruto de unas políticas de externalización y control de fronteras que son unas políticas asesinas, que solo buscan ocasionar el mayor dolor y el mayor sufrimiento«. En este sentido, explicó que «el intento de impermeabilizar la costa norte de Marruecos, a través de los acuerdos firmados por este país con el gobierno español y con la Unión Europea, es lo que ocasiona que la mayoría de personas migrantes se vean abocadas a transitar por la ruta canaria» y que «siempre que la ruta canaria es la más utilizada, es cuando se producen más muertes y desapariciones«. Boza concluyó su intervención asegurando que «es urgente y necesario cambiar nuestras políticas migratorias y, en contra de lo que afirma el pacto migratorio europeo recién suscrito, es preciso asegurar vías legales y seguras para llegar a Europa y garantizar el respeto de los derechos de todas las personas que quieren migrar a Europa«.
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