Álex Castellano y Rafael Juan
Publicado en enero de 2017 en el Número 1 de la edición impresa
Entrevista al Presidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas “Valdeolleros”, Paco Gea.
Actualmente la fábrica de cemento COSMOS no tiene sentido que esté en el lugar que ocupa. En el momento de su colocación en ese enclave, la realidad urbanística no tenía nada que ver. Ahora, con muchos bloques de piso, colegios e incluso centros de salud alrededor, es el momento de que se le busque otra ubicación.
El barrio de Valdeolleros ha vivido históricamente las consecuencias de la emisión de partículas producidas por la fabricación del cemento. Está a menos de 1000 metros del barrio y raro es el día en el que no se notan las aceras, coches, fachadas, balcones, azoteas llenas de cemento. Algunas veces en cantidades mayores, como fue el pasado día 10 de septiembre, en el que el barrio amaneció cubierto de una capa de cemento. Según dijo la empresa, fue un accidente inusual. Pero la realidad es que no es tan raro que ocurra. Así lo hemos sufrido históricamente, pues el aire normalmente viene hacia esta zona. Ahora plantean la incineración, lo cual es una preocupación añadida. Aunque dicen que lo que van a usar como combustible es biomasa, la realidad es que también van a usar lodos, plásticos, o neumáticos. Nosotros no somos expertos, pero quienes lo son advierten del peligro. La cementera siempre nos han dicho que su actividad era segura, pero la realidad es que frecuentemente ocurre lo que os he contado antes. Nosotros nos preguntamos que, cuando sean partículas de residuos lo que caiga, ¿qué va a suponer para nuestra salud? ¿Enfermedades después de 20 años en niños y niñas de ahora? ¿Cuándo nos daremos cuenta, cuando ya no tengan remedio, como ha ocurrido con otras tantas cosas?
La fábrica es una huella del pasado que debe estar fuera de la ciudad. Y en el barrio siempre nos hemos movilizado, y mucho, en contra de la actividad de la fábrica, nunca contra los trabajadores, a quienes apoyamos totalmente y estamos a su disposición para buscar soluciones. Ha sido siempre la empresa la que ha intentado poner a los trabajadores contra la población. Incluso hemos tenido amenazas personales. Ahora habla de incinerar o perder empleos. Precisamente un barrio trabajador, como el nuestro, está muy sensibilizado con el paro. Sufrimos sus consecuencias plenamente. ¿Dónde están los mil trabajadores que llegaron a tener? ¿Han sido los vecinos quienes los eliminaron?
Cerca de nuestro barrio está el Polígono de Chinales, que ha ido abandonando actividades peligrosas, como fue la fábrica de Carburos Metálicos, donde hubo explosiones, y se fue a otra ubicación. Todo lo que sea insalubre o peligroso debe salir de la ciudad, debe salir de donde ahora hay gente viviendo, aunque antes no la hubiera. La ciudad ha de cambiar su planificación en función de ello.
Hasta la fecha nadie ha tenido el valor suficiente, desde las instituciones, para poner freno a esta situación. El dinero es muy poderoso y hasta ahora nadie se ha atrevido. Y va siendo hora de que alguien lo haga ya.
Entrevista al Presidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas “Amanecer” de Fátima, Paco Bellido
La Asociación vive una realidad complicada pues se siente a menudo coaccionada. El 90% de las personas que han trabajado en la fábrica viven en Fátima. Eso nos ha llevado a que, como Asociación, no estemos muchas veces en primera línea de lucha, aunque estamos plena y activamente integrados en la Plataforma Córdoba Aire Limpio. El motivo es que no queremos provocar conflictos entre vecinos, a causa de la preocupación por la situación laboral de quienes trabajan en la fábrica. Pero, habría que preguntarse dónde estaba esa preocupación de trabajadores, empresa y los sindicatos del comité cuando había 1000 empleados, muchísimo trabajo y empezaron los despidos y los ERES. En esos momentos no hubo concentraciones ni manifestaciones ni amenazas contra los verdaderos culpables de la pérdida de empleo. Ahora, sin embargo, la situación es horrible. La gente que se posiciona contra la incineración recibe amenazas personales, como me ha pasado a mí.
Ahora la fábrica está haciendo algo que considero poco digno. Está intentando comprar voluntades, con mala fe, pagando la ropa y los materiales a los equipos deportivos de la zona. Y estamos en una situación diferente a la de antes. Hasta hace poco, la fábrica ha patrocinado eventos deportivos y sociales del barrio. Incluso de nuestra Asociación. La relación era buena en ese sentido. Pero desde el momento en que quieren usar residuos como combustible, creemos que todos tenemos que tomar otra actitud. Incluso el Ayuntamiento, que nos consta que está muy sensibilizado con el problema, debería plantear que, eventos deportivos no estén promocionados por la fábrica. Entendemos que es complicado, pero debería ser así. Los vecinos también lo entienden, pero, públicamente, se abstienen de expresarlo, porque no quieren pelearse con quienes trabajan o han trabajado en COSMOS.
Si la empresa defiende que, para mantener o crear más empleo, necesita valorizar, entonces habrá que buscar otra ubicación fuera de la ciudad. Por ahí para la solución. No podemos tener ni esta empresa ni otras de industria pesada dentro del casco urbano.
Desde la Asociación apoyamos sin fisuras la actitud del Ayuntamiento aunque no la de la Junta de Andalucía. Entendemos que la Gerencia de Urbanismo no está en contra de la fábrica, sino contra la valorización. Si el Ayuntamiento tiene capacidad para ceder otros terrenos fuera de la ciudad, será un esfuerzo de ésta. La fábrica también tiene que hacer su esfuerzo si quiere seguir manteniendo su actividad.
Sobre los supuestos problemas de salud que genera la fábrica, con su actual actividad, es un hecho que enfermedades como el cáncer están proliferando por el barrio en los últimos años de manera preocupante. Pero no tenemos datos que puedan justificar el motivo real. Sería una imprudencia asegurar que el motivo es la fábrica, pero la realidad es que el cáncer ha aumentado mucho en los últimos años.
Entrevista al Presidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas “Torre de la Malmuerta”, Jesús Padilla.
COSMOS es la empresa que más y más duradero rechazo social ha generado, con protestas por sus desmanes medioambientales y a favor de su traslado (la primera vez en 1970). Consciente de ello, ha vivido históricamente en el hermetismo y la opacidad, aunque ahora asistamos a una potente campaña de imagen para lavar su imagen, consiguiendo apoyos, mediáticos y políticos, a su proyecto de incineración de residuos. Las quejas de la ciudad siempre han tenido motivos fundados, aunque la Empresa siempre lo negaba; eso sí, cuando había inspecciones técnicas, se evidenciaban que las causas de las protestas eran más que justificadas.
Las instituciones han parecido estar siempre más del lado de COSMOS que de los ciudadanos; pocas veces han sido garantes de nuestra seguridad, pues han mantenido una actitud burocrática y proclive a obviar los desmanes de la cementera. Sólo han hecho algo cuando había movilizaciones ciudadanas. Mientras tanto, daban prioridad a la “competitividad y rentabilidad” frente a la salud pública. Las instituciones han “relajado” la legislación vigente a favor de la fábrica o se han demostrado ineficientes por falta de medios o personal. Sólo la presión ciudadana y la legislación europea han puesto cierta coherencia y rigor en el control medioambiental de las cementeras en España. La solución, por tanto, es política y en base al bien general de la ciudad. El Ayuntamiento no puede ser, como hasta ahora, el peón que se doblega al Consejo de Administración de un poder económico foráneo. Siendo este tema de ciudad, nunca debería utilizarse como arma arrojadiza en las disputas políticas, sino abordarse con un espíritu de consenso y de futuro, que ni el PP, ni Ciudadanos han entendido, rompiendo incluso sus compromisos electorales.
La Plataforma Córdoba Aire Limpio no se opone a que COSMOS siga fabricando cemento con el combustible tradicional (coque de petróleo, aunque lo menos contaminador sería el gas natural). Pero si lo que pretende es otro negocio como la incineración de residuos, no habría otra solución que la que, desde 1970, piden otros colectivos: su traslado, que, además, vería con buenos ojos el gobierno de la ciudad, dispuesto a colaborar en esta operación. La cementera es un problema de salud e impacto medioambiental, pero también una traba urbanística de primer orden.
Por otro lado, es absolutamente falso que las reivindicaciones de los vecinos hayan provocado despidos en la fábrica: al contrario, las protestas vecinales siempre han contribuido a mejorar la factoría y las condiciones de trabajo de sus empleados. Este ha sido el chantaje emocional que la Empresa siempre utiliza cuando hay protestas. Los despidos siempre fueron motivados por la política de las multinacionales de querer mantener en los momentos de crisis los mismos beneficios que en las épocas doradas. Por ejemplo: en 1993, ASLAND despidió al 20% de la plantilla a nivel de España; y, desde el inicio de la crisis, COSMOS ha reducido a un tercio su plantilla en la factoría (mantiene en plantilla 39 trabajadores, el mínimo imprescindible para que la fábrica pueda seguir funcionando).
Pueden ver las entrevistas completas de Paco Gea y Paco Bellido en el canal de Youtube de PARADIGMA TV ANDALUCÍA. La jugosa y extensa entrevista a Jesús Padilla, en un documento, pueden verla en nuestra página de Facebook.
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