Asamblea Pro-Personas Refugiadas de Córdoba
Publicado en marzo de 2017 en el Número 3 de la edición impresa
Seguimos siendo humanos. Así se titula el libro escrito por el activista pro palestino Vitorio Arrigoni, donde se narra una de las numerosas masacres perpetradas por el gobierno de Israel contra la población de la Franja de Gaza, la cual se cobró la vida de alrededor de 1400 palestinos/as, víctimas civiles casi en su totalidad. Todos y todas ellas siguen siendo humanas, aunque reciban el trato contrario. Al igual que lo son el resto de personas que salen de sus países de origen tras el falso “sueño europeo”, anhelando mejorar sus condiciones de vida o buscando la tranquilidad que no proporciona una guerra. Sin embargo esto es lo último que encuentran. Si tienen la suerte de cruzar las fronteras de hormigón y alambre, serán otros muros invisibles, igualmente difíciles de atravesar, los que se interpondrán en su camino: vuelos de deportación, promesas de acogida incumplidas, marañas burocráticas y administrativas, racismo social promovido por los medios de comunicación manipulados desde las instituciones, CIES o cárceles para extranjeros/as y un largo etcétera que no para de crecer impulsado desde nuestros gobiernos, quienes hacen negocio de las situaciones más dramáticas. Las violaciones sistemáticas de derechos humanos dentro y fuera de nuestras fronteras siguen quedando impunes. Las guerras en los países de los que hoy día huyen gran número de personas se producen bajo la complicidad y la responsabilidad de los gobiernos occidentales a través del expolio constante de sus recursos naturales, la venta de armas y las invasiones. Los mismos que, lejos de acoger a las personas que consiguen escapar de esto, las estigmatizan y criminalizan, tachándolas de terroristas y fomentando un odio creciente, ¿son ellos humanos?. No, no lo son.
Akash Arif.
Una persona sabia dijo: «cuando duermo, muero, cuando me despierto, renazco». Me refiero con esto a los refugiados que ya se han enfrentado a tanto, pero saben que tienen otra oportunidad de vivir. Llegamos en barcos sin documentos, huyendo de la persecución y la guerra, lo cual no significa que debamos ser vistos como criminales. La UE tiene un marco legal para la protección y los derechos, por lo que los refugiados arriesgan su vida para llegar allí. Somos personas complejas, abrumadas por el miedo y gente desesperada, así que desesperadas medidas se han de tomar. Una vez que un refugiado se encuentra en la UE, ésta tiene responsabilidades legales para protegerlo y satisfacer sus necesidades. Somos personas para quienes la negación del asilo tiene consecuencias potencialmente mortales. Cuando un hombre muere eso es una tragedia, cuando mueren miles es estadística.
Radwan Homsi
Mucha gente se preguntará qué sucede en Siria -Guerra Civil, Guerra de etnias, o Conflicto Interno- En realidad, es una Guerra Mundial, representada por muñecas -iraníes, libaneses, iraquíes, rusas y un montón de nacionalidades que fingen proteger Siria matando, dañando y destruyéndola en su totalidad- «Vinieron a matar con armas a quienes nunca tuvieron una”.
Durmiendo en tiendas de campaña, con un tiempo helado, bajo la fuerte lluvia, lejos de lo que esperaban, con la esperanza de un futuro ciego y un destino vago. Desplazados/as, refugiados/as -nuestros nuevos nombres, según ellos-. Realmente, no somos más que personas que quieren los derechos más básicos, dignidad, respeto y seguridad, que esperamos España pueda cubrir.
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