Fruto de la movilización social y la organización popular
Publicado en marzo de 2017 en el Número 3 de la edición impresa
En poco más de año y medio un solar público abandonado en el distrito sur se ha convertido en un espacio recuperado para la convivencia, el respeto a la naturaleza y el auto-abastecimiento alimentario de más de cien familias de su entorno.
La A.V. Amargacena, junto a un numeroso grupo de vecinos y vecinas, impulsó la reivindicación de desarrollar unos huertos sociales en la barriada e inició la movilización para que fueran una realidad. Ante el silencio y desidia de los responsables provinciales de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda y de AVRA a las solicitudes de reunión y a las concentraciones vecinales, se impulsó la constitución de una Plataforma Ciudadana Pro Huertos Urbanos Socio-ecológicos “El Cordel de Écija”, integrada por colectivos (A.V. Amargacena, Barrios Ignorados, Surcultura, Red de Solidaridad Popular, C.C. Juan XXIII, A. de Mujeres Alba del Guadalquivir) y personas, que mediante la movilización y auto-organización popular fueron definiendo un proyecto de huertos sociales que han ido levantando con sus propias manos en este último año. En enero de 2016, la Asamblea de la Plataforma acordó gestionar directamente el proyecto y ocupó los terrenos. Desde ese momento se definió el modelo de huertos a desarrollar y se aprobaron los criterios para la adjudicación de los huertos, todo ello de forma participativa.
La “autogestión” de los huertos se rige por unas normas de funcionamiento que establecen la Comunidad de Hortelanos, la función social, la independencia económica y su carácter comunitario.
La última medida adoptada ha sido la constitución de una “escuela de hortelanos y hortelanas”, abierta al entorno social.
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