Según Ecologistas en Acción Andalucía muchos ayuntamientos de nuestro país, «continúan gastando recursos en fumigar las calles de sus municipios» cuando, ya en mayo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), establecía que «no se recomienda fumigar ni rociar a gran escala los espacios abiertos, como las calles y los mercados, con el fin de destruir el virus de la COVID-19 u otros agentes patógenos.»
La organización ecologista afirma que las calles y aceras «no se consideran reservorios de la infección por el virus de la COVID-19». La pulverización de desinfectantes, incluso al aire libre, puede ser «nociva para la salud de las personas y causar irritación o daños en los ojos, las vías respiratorias o la piel». Esta práctica «no es eficaz», ya que la suciedad y los detritos, por ejemplo, «desactivan el desinfectante y no es posible limpiar a mano esos espacios para eliminar toda la materia orgánica», continúa la O.M.S.
Además, hoy en día «hay consenso científico» sobre el contagio por contacto con superficies que es considerado poco relevante. Y se cree que l»a forma principal de contagio es por el aire», en concreto por aerosoles. En este sentido, «el uso de la mascarilla y la ventilación de interiores parecen las medidas más recomendables para evitar el contagio».
Según ecologistas los efectos negativos de estas desinfecciones para el combate de la pandemia «podrían ser mucho peores». Como señala la propia O.M.S., los desinfectantes (hipoclorito de sodio) pueden ser nocivos para la salud de las personas y producirles irritaciones. Gastar recursos económicos de los ayuntamientos en estas desinfecciones «no parece adecuado».
Además y muy importante, «la aplicación de grandes cantidades de desinfectante a nuestro medio ambiente tiene consecuencias nocivas para la naturación urbana y contamina el agua». Y, como la salud humana está ligada a la salud ambiental,» los efectos negativos de las fumigaciones se retroalimentan».
Por último Ecologistas en Acción insisten en que se desista de esta práctica inútil y perjudicial.
https://www.nature.com/articles/d41586-021-00277-8
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