Ecologistas en Acción, tras el gran incendio forestal que ha asolado Sierra Bermeja y que ha calcinado unas 10.000 hectáreas, cree que es obligado y urgente protegerla con la figura de Parque Nacional y planificar su restauración, replanteando la gestión de sus montes para así reducir riesgos en el futuro.
Según un informe elaborado por miembros de Ecologistas en Acción, se ha constatado que la mayoría de los terrenos quemados son montes públicos municipales consorciados, y por tanto gestionados por la Junta de Andalucía. Montes que deberían tener una gestión modélica. En este sentido la organización critica que no se han aplicado planes de prevención que redujera el riesgo de expansión de los incendios forestales. Además, estos montes hace décadas que dejaron de aprovecharse económicamente para madera, resina y ganado.
En este sentido, según la organización ecologista, es hora de analizar la causa de los recurrentes incendios forestales en Sierra Bermeja y planificar su restauración forestal con un nuevo modelo que reduzca los riesgos de expansión de los incendios forestales. Así, proponen que el Plan de Restauración Forestal de Sierra Bermeja debe elaborarse por un equipo multidisciplinar, con la participación de científicos, técnicos de la administración, ayuntamientos, y con un proceso de participación de la población local y agentes sociales interesados.
Según el informe, casi todo lo quemado es una inmensa masa de pino negral (Pinus pinaster), muy denso, sin prácticamente ninguna discontinuidad, lo que ha favorecido la expansión del fuego. Las repoblaciones con pino insigne (Pinus radiata) también han sido grandes aliados del fuego. Cabe recordar que, desde 1950, han tenido lugar en esta sierra 29 grandes incendios, más de dos por década.
No obstante, es de destacar que han quedado numerosas islas sin quemar dentro del perímetro del incendio, que servirán de reservorio de biodiversidad y núcleos dispersores para la regeneración del bosque. También es importante la existencia de bosquetes de alcornoques, que han ralentizado el incendio, y que una vez más, las zonas adehesadas, los pastizales pastoreados, los enclaves cultivados y los bosquetes de castaños han funcionado como áreas cortafuegos.
Así, Ecologistas en Acción ve necesario abrir un debate sobre el plan a adoptar para que no se vuelva a reproducir una masa continua de pinar, sino generar un mosaico forestal, más biodiverso, con enclaves de alcornoques, quejigos y castaños, y con zonas adehesadas y de pastizales para así reducir el riesgo de incendios.
Sierra Bermeja es un territorio único por sus singularidades geológicas y su altísima biodiversidad, que incluye 30 endemismos vegetales. Hay un bosque de pinsapos, el único del mundo sobre peridotitas, las rocas que forman el manto terrestre y que Sierra Bermeja es uno de los escasos lugares donde aflora. Lamentablemente las administraciones públicas -Junta de Andalucía y Gobierno de España- han ignorado las propuestas de declararla parque nacional, habiéndose desperdiciado una clara ocasión con la reciente declaración del Parque Nacional de la Sierra de Las Nieves, pues se debería haber declarado un parque nacional único con estas dos sierras. Son más de 67.000 las personas que ya han firmado esta petición para declarar Sierra Bermeja parque nacional.
El presidente de la Junta, en vez de lanzar propuestas recurrentes e ineficaces para salir del paso, como la declaración de zona catastrófica, debe promover un foro de debate sobre el futuro de Sierra Bermeja, con la participación de todos los sectores sociales implicados.
Asimismo, la organización ecologistas manifiesta que es importante destacar la respuesta de cientos de personas que se han ofrecido para colaborar voluntariamente para lo que se necesite, como repartir comida a la fauna que ha sobrevivido, sin que la Junta de Andalucía haya organizado ningún dispositivo para coordinar estas actividades, coordinación necesaria para que el trabajo voluntario tenga la máxima eficacia y con seguridad para el voluntariado.
Por último, nos recuerdan que hay que realizar un reconocimiento público al personal del INFOCA, que se juega la vida -y en este caso, desgraciadamente, así ha quedado demostrado-, para defender nuestros bosques.
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