¿Dónde empieza la vida?, ¿tiene sentido esa pregunta?, ¿se puede responder?, ¿hay alguna idea solvente?
En el universo, la energía y la materia se mueven a cada segundo, o incluso menos, la Termodinámica (una rama entre la Física y la Química) estudia este fenómeno, pero claro, el universo está compartimentado en Galaxias, cúmulos, su móvil, usted o el plato de puchero que le espera al llegar a casa, y todas estas habitaciones de la realidad intercambian materia y energía de una forma casi autónoma, como si pudieran decidir cómo hacerlo.
Esas entidades que podemos tomar esas decisiones somos, hasta que se descubra algo nuevo, los seres vivos.
Pero, si somos seres vivos, es decir “algo que es” y que “tiene vida”, ¿qué es eso?, ¿qué es la vida? (más allá del deseo que Romano Aspas nos manda desde Venus). Es un tema tan fascinante y abierto que aún a día de hoy las reuniones mundiales de expertos (porque hay veces que la ciencia es política) llegan a conclusiones insatisfactorias para definir esta posición, que, en una versión adaptada podría ser algo así:
“la vida, es una cualidad de un sistema orgánico que tiene diferencias como individuo o colonia del resto y que mantiene su integridad tomando energía y materia del medio (nutrición), perpetuando su grupo (reproducción) y adaptándose a cambios (relación-interacción)”…
Lo sé…
No es la definición más didáctica de la Historia, pero bueno, es el primer artículo, como diría el filósofo H. Simpson cuando fragatas internacionales le rodeaban en el ejercicio de unas maniobras para la US NAVY “era mi primerito día”…
Pero si son indulgentes con esto y continuamos, podríamos decir cualquier sistema que cumpla esas tres funciones, tiene vida, y por tanto, es un ser vivo, y también podríamos añadir una cuarta capacidad o bien, un hecho compartido… todos los seres vivos están hechos de piezas unidas como un lego, las células.
La biología es una de las ramas del conocimiento más antiguas de la Humanidad, en ocasiones escondida como Medicina, o en otras como la actividad Agrícola o la Veterinaria y que gracias a los avances de precisión metodológica que trajo el Renacimiento, el desarrollo intelectual de la Ilustración y la capacidad técnica del siglo XIX pudo llegar a fronteras ignotas en lo pequeño, en lo básico, en lo unitario con la llamada “Biología Celular”.
La biología celular es un campo de estudio que analiza las células tanto como individuos como en su colectividad cuando forman tejidos en diferentes órganos o seres vivos, para lo cual, una de sus hijas pequeñas, la citología es básica. Una citología es el nombre genérico de muchas pruebas médicas en las que básicamente se va a estudiar la forma y comportamiento de las células para poder diagnosticar una condición patológica o no y como eso puede afectar a la sociedad que forman con otras células vecinas. Sí, hemos dicho sociedad.
Las células ya sean células de seres vivos de gran tamaño, como de microorganismos tienen la capacidad de generar agregados con mayor o menor coordinación que permiten la protección del conjunto y una mejor gestión de los recursos disponibles, intentando garantizar así su supervivencia y éxito.
Poder decir esto, poder hablar de células supone un esfuerzo continuado de investigadores e investigadoras a través de los siglos (casi 355 años) en el que se lleva discutiendo el tema central de nuestro artículo, ¿qué es una célula?
Pero claro, el primer problema es de índole tecnológica, porque, pese a que algunas especies tienen células enormes que pueden llegar a medir centímetros, en otros casos nos encontramos en el reino microscópico con resoluciones entorno a la micra, que, desafortunadamente, nuestra vista no es capaz de percibir (deje de entrecerrar los ojos, le dará dolor de cabeza), pero afortunadamente, dos señores del siglo XVII, empezarán a jugar con microscopios cuya técnica podríamos comprar hoy en jugueterías y se van a dar cuenta de que algunos tejidos se dividen como los pisos de un bloque (Robert Hooke, 1665) o bien hay animales fantásticos y serpientes reducidas en muchos de nuestros fluidos corporales (sí, ya lo sé, sí, es justo lo que están pensando, sí, vaya tío fue Anton – atentos al apellido – Leuwenhoek /liuveniuk/, 1674), y con el concepto de célula como celda de división de tejido o el de animáculo, se estará trabajando hasta que llegamos a la Alemania del siglo XIX (que no era ni Alemania) donde se sentarán las bases de la actual teoría celular siguiendo estos hallazgos:
• “Las plantas están hechas de células” – Teoría Celular Vegetal – Scheleiden (1838).
• “Los animales están hechos de células” – Teoría Celular Animal – Schwann (1839).
• “Toda célula viene de otra célula anterior” – Origen de las células – Virchow (1858).
Es desde estas fechas que se considera que existe una teoría científica (es decir, una explicación demostrada y contrastada de la realidad que puede ser incompleta pero no incorrecta, que luego le decimos teoría a todo leñe) por la cual, el concepto filosófico “vida” se mantiene gracias a esta unidad de trabajo básica, descubrir esto, es comparable al establecimiento del “bit” binario en los albores de la Informática o el descubrimiento de los leptones, hadrones y otras especies subatómicas para la Física.
Una célula es por tanto, no sólo sus componentes comunes (membrana separada del medio, citoplasma contenedor y material genético), sino todas las interacciones químicas que se albergan en su interior para permitir o garantizar el mantenimiento de la “vida” según las tres necesidades que hemos descrito antes. Y esto lo compartimos, usted, yo, los garbanzos del puchero que come mientras lee con pasión estas líneas y toda la pléyade de seres vivos que ocupan nuestra biosfera y hacen que nuestra nave espacial planetaria sea un poco más entretenida y apasionante…
- Pero… Vale, toda célula viene de otra célula, ¿y la primera de todas de dónde?
- Bueno sí, claro… Esto…
- ¿Por qué la descendencia es parecida y casi nunca igual igual al anterior?
- Ya, muy buena pregunta…
- ¿Y los virus, qué pasa con esa peñita?
- Bueno, bueno, eso ya lo veremos otro día…
Fuentes Consultadas:
- La célula. Cooper y Haussman. Ed. MArbán, 5ª Edición, 2010.
- Biología Bachillerato 02, Margarita García-López, Ed. Edelvives, 2016.
- La nueva búsqueda de vida extraterrestre. Carlos Briones. Muy Interesante, 474. Nov.2020.
- Por qué hay más de 100 definiciones de la “vida” y casi todas están erradas, Josh Gabbatiss, BBC Earth, 9 enero 2017. https://www.bbc.com/mundo/vert-earth-38514224
Rafael Diego Macho Reyes es Graduado en Bioquímica y Máster en Biotecnología Ambiental e Industrial por la Universidad de Córdoba.
Dirige y presenta el espacio “La Noche Paradigmática” en Paradigma Radio Andalucía.
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