El Cine como herramienta de cambio social y de compromiso político y la necesidad de incorporar a las mujeres invisibilizadas a nuestra Historia oficial para crear referentes para las nuevas generaciones.
La directora, guionista de algunas obras como Se prohíbe el cante (Paco Ortiz y Félix Vásquez, 2019) y productora sevillana Laura Hojman es fundadora junto a Guillermo Rojas de Summer Films en 2016 donde no solo se encarga del desarrollo de proyectos documentales sino de la producción y distribución de cine independiente, de autor y documental, formando parte así de ANCINE -Asociación Andaluza de Productoras de Cine-. Además, fue presidenta durante 2021 de AAMMA -Asociación Andaluza de Mujeres de los Medios Audiovisuales- y ha recibido el Premio RTVA en 2020 a la Mejor Cineasta de Andalucía en el Festival de Huelva, el Premio ASFAAN a la trayectoria cinematográfica y el Premio IMAGENERA del Centro de Estudios Andaluces. Así, podemos ver que la trayectoria de Laura Hojman sigue recorriendo un camino imparable donde el reconocimiento a sus trabajos queda refrendado por las numerosas nominaciones y premios obtenidos.
El pasado miércoles 23 de junio tuvimos la oportunidad gracias a CineCercano de poder realizar una pequeña entrevista con la emblemática figura de la cinematografía andaluza antes de la proyección de su tercer documental su proyección A las mujeres de España. María Lejárraga y del posterior coloquio.
Nati Serena: En primer lugar nos gustaría preguntarte ¿qué te hizo decantarte por el cine como medio de expresión? ¿Cuáles fueron y cuáles son ahora tus referentes audiovisuales?
Laura Hojman: La verdad es que cuando yo era pequeña nunca estuvo en mis planes dedicarme al cine y creo que eso también tiene que ver con la falta de referentes porque el cine que veía, yo que nací en los ochenta, era todo cine creado por hombres y realmente, yo me identificaba más con las actrices, con las protagonistas de las películas porque era el papel que las mujeres tenían en el cine en aquel tiempo. Entonces, yo creo que nunca estuvo en mis planes también debido a esto. Yo estudié Historia del Arte y fue después cuando estudié Gestión Cultural y que empecé a trabajar en el Festival de Cine de Sevilla cuando entré en contacto con gente que sí que se dedicaba al cine y cuando esto de repente se abrió como una posibilidad real y cercana. Y ahí, poco a poco empecé como documentalista, después como guionista y finalmente pasé a la dirección, implicándome cada vez más. Así que no sé si fue por casualidad o porque realmente es un mundo que me empezó a entusiasmar pero ahora por suerte sí que existen referentes mujeres en el cine y es algo que me alegra mucho, sobre todo para las nuevas generaciones, para que las chicas más jóvenes no tengan que sentir esta falta que he sentido yo.
En cuanto a referentes me encanta Isabel Coixet, es una directora con la que conecto muchísimo. Me gusta mucho Sofía Coppola. Me fascina Céline Schiamma, Mia Hansen Love… No sé, tengo muchas desde luego. De hecho, algo que me pasa que, quizá no es intencionado, pero es que cuando miro por ejemplo en mi mesilla de noche los libros que tengo o las películas que tengo en DVD son casi todas de autoras. Supongo que también es por una necesidad de reconocerme, de sentirme reflejada en las historias.
Nati Serena: Alternas la labor de guionista, de productora y de directora, ¿en cuál de estos ámbitos te sientes más segura?
Laura Hojman: Para mí el paso del guion a la dirección fue duro, muy duro, porque realmente yo como guionista me sentía muy bien. Me gusta mucho, reivindico mucho el trabajo del guionista. Pero como yo soy tan tímida e insegura pues claro, esa parte de exposición que tiene el director pues te la quitas. Entonces ese salto fue complicado pero, ya una vez que lo di, que aprendí y que me quité un poco muchísima inseguridad pues me siento muy cómoda. No sé, no podría elegir. Para mí es que un trabajo inseparable.
Nati Serena: Entiendo que productora te hiciste a raíz de querer hacer tus obras y no encontrar financiación.
Laura Hojman: Claro, productores nos hicimos Guille (Guillermo Rojas) y yo casi por obligación para poder sacar adelante nuestros trabajos que quizá es la parte más difícil. Nos hicimos productores precisamente para poder hacer nuestras películas con libertad también, que es algo importante. Somos una productora pequeña, somos dos, entonces al final lo hacemos todo: producimos, dirigimos, escribimos, montamos, distribuimos. Entonces es muy complicado porque no damos a vasto pero por otra parte, tenemos la suerte de que al ser nuestros propios productores tenemos absoluta libertad creativa y podemos hacer lo que queremos.
Nati Serena: Debutaste en el cine con el guion de Acariciando el aire (Matilde Coral, 2016) y más tarde en la labor de dirección con Tierras Solares (2018), obra que nos habla sobre la vida y obra del poeta modernista Rubén Darío y que fue estrenada en la sección DOC.España del Festival Seminci de Valladolid. ¿Cómo fue el recibimiento a pesar de hablar de autores del pasado que a simple vista puede producir cierto rechazo en el público?
Laura Hojman: Pues fue complicada, fue un proyecto muy arriesgado porque así a priori Rubén Darío no es un tema que esté muy de moda o que sea muy atrayente para mucha gente. Pero es que al final a mí me gusta trabajar así en todos los documentales que he hecho. Para mí no son biografías, para mí hablan de otras cosas. En el caso de Tierras solares, la figura o la historia de Rubén Darío era un vehículo para contar otras cosas y para mí era un documental que hablaba sobre la necesidad de un espacio para el arte en la vida. Y yo creo que eso sí que conectó con mucha gente. Conectó emocionalmente porque es un documental que habla desde lo sensorial pero por otra parte creo que mucha gente entendí eso, que hablaba de cosas de la vida y de esa necesidad en una sociedad que cada vez valora más lo productivo, lo inmediato, esa necesidad de aquellas cosas que nos hacen humanos y que se ven reflejadas en el arte.
Nati Serena: Tu segundo largometraje documental se trata de Antonio Machado. Días azules (2020), proyectado en el Festival de Cine Europeo de Sevilla, ganador de seis premios en los ASECAN -Mejor Dirección, Mejor Guion, Mejor Fotografía, Mejor Montaje, Mejor Sonido y Mejor Música Original-, nominado a los Premios Forqué, exhibido en multitud de festivales -Nueva Delhi, Shanghai, Utrecht…- y emitido en plataformas como Televisión Española y Canal Sur. Además, tuvimos oportunidad de contemplarlo el año pasado en el I Ciclo de Miradas de Mujeres junto a las Delegaciones de Cultura e Igualdad de la Diputación de Córdoba y CineCercano. Echando un vistazo a tus obras podemos encontrar ciertas similitudes en cuanto a la temática y la forma, es decir, un cierto estilo reconocible o una seña de identidad propia: un uso de una fotografía casi pictoricista, de una voz como narración de las imágenes y de una banda sonora que no solo acompaña sino que refuerza la imagen. Un lenguaje sencillo pero a la vez cargado de sensibilidad y de sentimientos ¿Qué nos podrías señalar al respecto? ¿Crees que el cine es un medio de expresión que, tal y como podemos ver en tus documentales, aúna las diferentes artes?
Laura Hojman: Pues para mí sí. A mí me gusta trabajar mucho desde la emoción, desde lo sensorial, y claro, al final yo soy licenciada en Historia del Arte y tengo como un ojo muy pictórico. Todas mis referencias al final no vienen del cine sino de la pintura y yo tiro mucho de ella a la hora de trabajar la fotografía y es algo que me sale como natural. Obviamente me gusta mucho servirme de recursos como la música, el diseño de sonido, elementos que para mí son fundamentales junto a la fotografía. Son tres elementos para crear atmósferas, para crear sensaciones, ambientes que nos trasladen. A mí me gusta mucho contar no solo desde el discurso sino desde la forma, desde lo formal. Y para mí a la hora de crear una película son elementos muy fundamentales.
A las mujeres de España. María Lejárraga fue preestrenado en Sevilla unos días antes del 8-M y llegó a salas comerciales el 22 de abril de 2022. Se trata de una obra donde podemos contemplar no solo la vida de esta mujer y pionera feminista tan importante -fue una de las figuras impulsoras del sufragio femenino en España y diputada del Congreso durante la República-, sino una reflexión sobre el papel de la mujer que ha sido continuamente invisibilizado -véase a mujeres como Victoria Kent, Elena Fortún, Zenobia Camprubí o María Teresa León, entre otras- por lo que encontramos una importante y necesaria labor en tu obra al arrojar algo de luz sobre las figuras de las mujeres invisibilizadas no solo en la industria del cine.
Nati Serena: En algunas entrevistas que se te han hecho previamente señalas que “es necesario avanzar y construir un país desde la memoria y la justicia”. ¿Qué nos podrías decir sobre esto? ¿Consideras que el cine es una herramienta de cambio social y de compromiso político?
Laura Hojman: Pues absolutamente. Yo creo muchísimo en que, no solo el cine, sino toda la cultura lo es. Al final la cultura sirve para ponernos en la piel del otro, en otra experiencia. Para reconocernos, para hacernos más empáticos, para comunicarnos y el cine para mí, lo maravilloso que tiene es eso, esa capacidad de conectar y, precisamente por esa es una herramienta de cambio social absoluto. Yo estoy convencida y precisamente este último documental me lo tomé así, esa fue mi intención, abrir un debate y abrir una reflexión sobre la necesidad de incorporar a las mujeres a nuestra Historia oficial que ya es hora. Así que sí, estoy convencida y es algo que me gusta tratar en todos los documentales de hecho.
Nati Serena: María Lejárraga señala que “las mujeres callan porque, aleccionadas por la religión, creen firmemente que la resignación es virtud; callan por miedo a la violencia del hombre; callan por costumbre de sumisión; callan, en una palabra, porque en fuerza de siglos de esclavitud, han llegado a tener el alma de eslavas”. En la actualidad estamos viviendo un proceso de recuperación de la memoria histórica de la mujer muy necesario para las nuevas generaciones, al servirles estas figuras femeninas, antes desconocidas, como modelos, como referentes, ya que nos hemos criado con una Historia masculinizada que ha sido incompleta y ha estado sesgada y debe reversionarse. ¿Crees que esto es importante?
Laura Hojman: Creo que es fundamental y urgente. Al final hemos crecido con una visión de la historia que por una parte no es real, que es falsa, porque nos dice que las mujeres no han estado prácticamente en la Historia. Y por otra parte es muy dañina. Dañina porque a las mujeres nos da una visión de que no hemos pintado nada, de que nuestro papel ha sido absolutamente secundario y que nos perjudica a la hora por ejemplo de emprender cosas porque tenemos la sensación de que estamos subiendo el Everest al no tener referentes. Y lo trágico de estos referentes es que sí que estaban, lo que pasa es que se nos han ocultado. Entonces yo creo que es urgente que, cualquier país que se dice igualitario, avanzado, moderno, no puede seguir teniendo una Historia oficial en la que los planes educativos, los libros de texto no mencionen prácticamente a las mujeres. Hay estudios, como el de Ana López Navajas, que han comprobado que la presencia de las mujeres en los libros de texto es de un 7,5%. Esto es tremendo y sobre todo es que no es verdad. Lo que planteo con el documental no es una cosa absolutamente revolucionaria, es simplemente contar una Historia con rigor. Esa fue la motivación por la que hacer el documental. Si una mujer como María Lejárraga que es autora de alguno de nuestros grandes clásicos de la literatura, del teatro. Si tuvo un papel tan relevante en la política, en lo social, y no sabemos nada de ella, ¿cuántas María Lejárraga hay? Quiero decir, es que hubo muchísimas mujeres que hicieron cosas imprescindibles para nuestra historia, para nuestra cultura y de las que no sabemos nada y esto es terrible.
Nati Serena: ¿Ha sido complicado trabajar la temática documental cuando escasean las imágenes en movimiento de archivo de María de la O Lejárraga García para utilizar como referencias?
Laura Hojman: Pues sí pero no solo de María. En el documental yo quise hablar un poco a través de María de esta historia de todas estas mujeres y es que claro, estas mujeres no están en los archivos. Es tremendo. Yo vengo de hacer los documentales sobre Rubén Darío y sobre Antonio Machado de los que sí había muchísimos archivos fotográficos, documentales. A la hora de buscar archivos de estas mujeres ha sido muy complicado, reflejo de que no están en la Historia es que tampoco están en los archivos. Entonces, sí que ha sido difícil pero hemos tenido la suerte de contar con la familia de María que nos ha facilitado mucho archivo. Hemos podido rodar en la casa donde están todas sus pertenencias, sus muebles, sus cuadernos, sus libros, pero sí, ha sido un trabajo bastante complejo.
Nati Serena: En el documental podemos ver entrevistas a diferentes mujeres tan importantes como la novelista y dramaturga Vanessa Montfort –Firmado Lejárraga (2019) y La mujer sin nombre (2020)-, Manuela Carmena, Rosa Montero, Isabel Lizárraga o Remedios Zafra. ¿Ha sido difícil realizar estas entrevistas?
Laura Hojman: La verdad es que no me costó mucho trabajo contactar con ellas. Cuando contactamos con todas ellas se mostraron muy a favor del documental y fantástico, ya que siempre aportan cosas nuevas que después puedo utilizar en el montaje, a pesar de ir siempre con el guion en mano. Eso también es lo bonito de un documental, que en cierta manera el guion está abierto hasta que se monta el último plano. Algo que me gusta y que hago en todos mis documentales es encontrar otras voces que no aporten datos sobre la biografía de María, sino que puedan dar una visión una reflexión sobre el presente. Por ejemplo, el caso de Remedios Zafra, la cual me encanta y me parecen muy importantes sus opiniones y reflexiones. En este caso me interesaba mucho la visión que ella podía dar con relación a temas que también están en el documental y que no tienen que ver específicamente con la biografía de María. O el caso de Rosa Montero.
Nati Serena: También me ha parecido interesante preguntarte por AAMMA al haber sido su presidenta en 2021 ¿Cómo surgió la idea de crear esta asociación?
Laura Hojman: Esta asociación nació de un grupo de mujeres andaluzas que se dedicaban al cine y que vieron que era necesario crear una asociación para reivindicar una serie de derechos por los que todavía estamos luchando. Porque las mujeres cineastas somos una minoría, nos cuenta muchísimo trabajo acceder a determinados lugares en igualdad. Me propusieron en 2021 ser presidenta y acepté encantada porque creo que es importante. Creo que es necesario juntar nuestras voces, juntar nuestras fuerzas para pelear por lo que es justo.
Nati Serena: A este respecto, ¿consideras que el cine andaluz ha evolucionado y es más visible hoy en día, sobre todo gracias a los festivales de cine?
Laura Hojman: Considero que el cine andaluz se ha hecho un nombre y se ha hecho un sello. Hace unos años prácticamente para hacer cine había que irse a Madrid, era imposible hacerlo desde Andalucía y en ese sentido películas como Solas (Benito Zambrano, 1999) fueron un hito que demostró que se podía hacer cine desde Andalucía y que se podía empezar a crear una industria que es importante. Esa industria hoy ya existe y además está muy afianzada y eso es una suerte, que podamos juntar nuestras historias, que podamos crear una red de trabajo, de contactos, de profesionales, desde Andalucía y que siga creciendo y poder además, a través del cine, hablar de nuestra identidad, de lo que somos, que es importante.
Nati Serena: En último lugar, sabemos que estás trabajando no solo en la dirección de tu cuarto largometraje documental, en esta ocasión sobre el dramaturgo y novelista español Agustín Gómez Arcos sino en tu primera obra de ficción Septiembre. ¿Qué nos podrías decir al respecto?
Laura Hojman: Bueno pues, sobre la película de ficción estoy escribiéndola, está en proceso de guion y me apetece mucho. Yo seguiré siempre haciendo documentales porque me encantan pero también me apetecía probar con la ficción y contar una historia, ya desde un personaje creado por mí. Que también hable de otras cosas, por supuesto, pero crearlo de cero. Y bueno, es una película de corte intimita, del tono de las cosas que hacemos en Summers Films y espero que podamos rodarla pronto.
Y sobre el documental, es un proyecto con el que estoy muy muy ilusionada porque hablo sobre un autor muy desconocido en España pero muy interesante como es Agustín Gómez Arcos, un hombre que se exilió a París. En Francia es muy reconocido, ha estado nominado varias veces al premio Goncourt; ha sido nominado caballero de las Artes y las Letras -1985 y 1995 con el grado de Oficial-; se estudia incluso en los libros; y tiene una obra absolutamente rompedora, revolucionaria, llena de fuerza. Una obra que está siendo redescubierta ahora por mucha gente joven en España y es algo muy distinto a lo que he hecho hasta ahora pero por eso también me apetece mucho, porque es un reto.
Nati Serena: ¿Encuentras más difícil la escritura de documentales o la de obras de ficción?
Laura Hojman: Pues no sabría decirte qué es más difícil la verdad. Depende el tipo de ficción y de documental. A mí obviamente, como tengo más experiencia en el documental, es un lenguaje que más o menos domino y la ficción como que me crea más respeto al ser algo en lo que soy nueva. Pero hay gente que le pasa lo contrario, hace ficción y el documental le parece dificilísimo. Depende, de la historia, del guion, de lo que quieras contar.
Nati Serena: Sobre todo, entiendo la gran diferencia a la hora del montaje.
Laura Hojman: Es mucho más difícil el montaje del documental que el de ficción obviamente. El documental es muy complicado porque supone trabajar con un guion que está abierto porque tú puedes tener un planteamiento y después te vas a rodar y no sabes lo que va a pasar. Y tienes que improvisar, que no perder los nervios cuando las cosas no te salen. Porque no te van a salir nunca igual que estaban en el guion. Y a la hora del montaje es complicadísimo porque en el documental ahí es donde se termina el guion, entonces tiene mucha dificultad. La ficción también tiene la suya pero nosotros, que por ejemplo en la productora hemos hecho ficción y documental, la parte del montaje en ficción es mucho más rápida y sencilla y para la de los documentales como montamos los dos juntos nos lleva mucho más tiempo.
Tras la entrevista y el posterior visionado de la obra se produjo un interesante coloquio donde parte del público participó y le lanzó otras preguntas tanto a la directora Laura Hojman como al productor Guillermo Rojas, sobre todo hablando sobre los retos del proceso creativo y el diseño de producción. La directora señaló que el mayor reto era transmitir lo que ella quería contar, que no era simplemente una biografía de una mujer absolutamente maravillosa, necesaria y que dodos deberíamos conocer. Obviamente esa parte está, pero ella quería ir un poco más allá. Hacer una reflexión sobre todo lo que constituye nuestra memoria como mujeres, sobre cómo se ha invisibilizado, como eso es un mal no solo apara nosotras sino para toda la sociedad. Y sobre todo, lo que pretendía era abrir un debate, un debate serio por fin sobre la necesidad de incorporar a todas estas mujeres a la Historia oficial. El productor señaló, por otro lado, que respecto al diseño de producción en el documental sobre todo fue muy complicada la labor del montaje, de búsqueda de localización de ese material de archivo, porque no había mucho sobre María, resaltando así que sin la ayuda de la familia de María y el acceso al archivo personal Lejárraga no habría sido posible hacer el documental. Esa fue la parte más complicada de la producción porque tuvieron suerte de encontrar financiación relativamente pronto, rodaron hace justo un año -se rodó entre Sevilla, Granada, Madrid y algunas imágenes en la costa azul francesa- por lo que el proceso fue relativamente rápido. También porque creían que esta historia era necesaria, que había que sacarla cuanto antes y que el momento era ahora.
Muy buena entrevista. Gracias.
Solamente he visto un documental de Laura Hojman: Los días azules. Me dejó cautivada. El montaje es muy bueno y las entrevistas están llenas de sentimiento (salvo una, pero sirve de contraste). El final, simplemente, me arrancó las lágrimas. Todos hemos sido perdedores de una u otro sueño, así que no es nada difícil engancharse a esas multitudes que huyen al exilio en total desesperanza y a esas otras multitudes que rememoran ahora ese trayecto cargadas con las penas ajenas. Es catártico. Me hizo rememorar una vieja lectura: el Seize the day, de Saul Bellow.