Con estas palabras se despachó sin ningún tipo de sonrojo el actual obispo de Córdoba para referirse a la Mezquita. Los últimos relatos acuñados por el Cabildo catedral y el Obispado pretenden hacer ver que la Mezquita de Córdoba fue un simple paréntesis en la historia de la Catedral, anterior a la construcción islámica y volviendo a su estado original a partir de la conquista castellana.
La Jerarquía católica minusvalora el monumento arquitectónico más importante del islam occidental, uno de los principales referentes del Paradigma Córdoba y Patrimonio de la Humanidad, tergiversando la historia, haciendo creer que al-Ándalus fue un simple paréntesis histórico, siguiendo las tesis de la ideología nacionalcatólica, que habla de reconquistas, repoblaciones, inquisiciones, de una única nación verdadera abrazada a la cruz. El nacionalcatolicismo, como una ideología rigorista, ultracatólica y excluyente, ha tenido y tiene el firme propósito de diluir la verdadera historia andalusí, adaptándola a los intereses religiosos e ideológicos por encima de criterios científicos y hermenéuticos. Que en la Mezquita esté la Catedral es una realidad histórica incuestionable, lo que no implica que el Obispado y Cabildo catedral de Córdoba pretendan con estas falsas argumentaciones ser los propietarios y gestores del universal monumento.
Con la participación de las administraciones y entidades públicas se vienen desarrollando en Córdoba una serie de exposiciones y congresos, utilizados cada vez con mayor disimulo, con la intención de minusvalorar nuestro gran legado andalusí. Córdoba fue Tartésica, capital de la Hispania Ulterior y de la Bética, capital de la Spania bizantina, ciudad destacada en los reinos visigodos, nadie pone en duda su gran historia y legado cultural. Lo que sí es extraño, y hay que estar ojo avizor, es de la excesiva y obsesiva necesidad de promulgar la hipótesis de que en el lugar donde se levanta la Mezquita se ubicó la basílica de San Vicente, la supuesta Catedral de Córdoba, utilizando todos los medios para desviar la mirada del gran acervo arábigo-andalusí.
Además de utilizar las naves de la Mezquita para exposiciones religiosas encaminadas a imponer el discurso de Catedral, durante los últimos años se vienen desarrollando en Córdoba congresos mozárabes y en el presente están programadas dos exposiciones: “De Bizancio a Córdoba: el legado de los griegos en las bibliotecas cordobesas” (muestra repartida en tres sedes: Mezquita-Catedral, Biblioteca diocesana e instituto Séneca), y la gran exposición que mostrará el proceso de cristianización de Córdoba (“Cambio de era. Córdoba y el mediterráneo cristiano”) desarrollado desde final del Imperio Romano hasta la llegada del islam. Más de 200 obras procedentes de los Museos Vaticanos y de Cartago, entre otros, será el contenido expuesto en el Centro e Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), la Sala Vimcorsa y la primitiva Mezquita de Abderramán I (en este lugar emblemática se expondrán materiales del museo de San Vicente, y se dará cuenta de las importantes excavaciones efectuadas en el Patio de los Naranjos encaminadas a integrar en el discurso alguno de los materiales arquitectónicos reutilizados en el edificio procedentes, muy probablemente, del complejo episcopal tardoantiguo y, más concretamente, de la posible iglesia episcopal (San Vicente).
Esta magna muestra, organizada por el Ayuntamiento de Córdoba y la colaboración del Cabildo catedral y la Junta de Andalucía, pretende resaltar la nueva religión del Mediterráneo, el cristianismo, durante los siglos V y VI, coincidiendo con la llegada de los visigodos, autores de la supuesta basílica de San Vicente. Destacar la figura del emperador bizantino Justiniano será el pretexto para resaltar que el solar donde se levantó la Mezquita ya estaba consagrado por la religión cristiana. Esta muestra, según los autores, será “una oportunidad única para descubrir la época que constituyó los cimientos de la Europa Medieval”. Olvidan intencionadamente, entre otras muchas cosas, que nuestro gran filósofo Averroes fue el artífice que recuperó el conocimiento griego (Aristóteles) para Europa en el siglo XII, o que el legado de Albucasis supuso una revolución para la cirugía del siglo X, considerado el padre de a cirugía europea, o que Ibn Firnás está considerado el padre de la aeronáutica, o que el músico Ziryab fue el precursor de refinadas costumbres orientales en Europa, o que Abderramán III, junto al emperador bizantino Porfirogeneto y el emperador germánico Otón I, fue el gran estadista de la Europa del Siglo X.
La Mezquita de Córdoba fue declarada patrimonio mundial por la Unesco en 1984, entre otras razones, por su singular mestizaje de culturas y religiones. Su arquitectura es un ejemplo universal de la interculturalidad y la interreligiosidad. Pierre Guichard (2013, p. 10), historiador hispanista de origen francés especializado en al-Ándalus, refiriéndose a la Mezquita, la compara con un símbolo-faro: “El símbolo del sólido asentamiento en Córdoba de la dinastía omeya es evidentemente la edificación de una gran mezquita que de entrada aparece como un monumento faro del arte musulmán”. Para el arquitecto suizo Jacques Herzog (El País, 30-07-2015), creador del Tate Modern de Londres y premiado en el año 2001 con el Pritzker, la Mezquita de Córdoba es el edificio más interesante de Europa. Admira “lo que llegaron a inventar los musulmanes (…), innovaron haciendo un espacio sin jerarquías”. Se preguntaba: “¿Cómo inventaron un espacio tan alucinante?”, dándole a la Mezquita de Córdoba un valor de espacio horizontal no jerarquizado, a lo que él le llama “democrático”.
A pesar de todo, Córdoba es la “Mezquita que llevamos dentro”, como dice la composición musical que canta las reivindicaciones surgidas a raíz del manifiesto auspiciado por la plataforma ciudadana “Mezquita-Catedral, patrimonio de tod@s” y respaldado por 400.000 personas de todo el orbe.
Gracias por tu lucidez.
lo rulo en cuanto pueda por las redes.
Menudo profanador de culturas nos ha tocado en suerte con el obispo Demetrio. El del pesebre estará echando espumarajos por la boca con semejante representante de su ideologia haciendo todo lo contrario a la filosofía de vida que nos dejó ejemplarizada en su propia vida. Parece más bien seguir al dios del Antiguo Testamento, destructor de todo y de toda cultura que no fuera la elegida .
Un poco de vergüenza sí que da escuchar esas palabra y semejante exposición ensalzando, con mentiras además,una cultura determinada para enospreciar al resto. Mu cristiano no es.
Antes que Catedral, fue Mequita, pero antes que Mezquita fue Catedral, hast ahi llegan todos pero olvidan lo mas importante, antsde catedral fue Templo romano, posiblemente de la Triada,deeso nadie habla y si dijeramos queantes de Templo romano hubo de ser Templo Tartesico a los cortos de luces, lo vuelve loco. La unica verdad es que ahi se ha mantenido el templo de culto del momento lo demas son tonterias.
De quien es la Mezquita, eso dehbe de quedar claro, del pueblo que la construyo, pero debe de ser conservada y eso debe de ser de la religion dominante en cada mpmento, pues las religiones como manos muertas, permiten con facilidad el mantener vivo los edificios del pueblo, paselo a manos privadas y en 100 años habria un rascacielo.
Cómo es posible qué
una gran ciudad como Córdoba tenga un Obispo tan desgradado inútil y tan poco amante de la historia y la cultura Cordobesa
Por una mala elección del pasado, uno de mis hijos es alumno de un colegio concertado religioso que hace unos años pasó a depender de la Fundación Santos Mártires, dependiente del obispado. Desde entonces, todas las excursiones y salidas que hacen tienen que ver con aspectos religiosos. No se visitan museos, ni se va a conciertos, solo a ver Belenes, casas de ejercicios espirituales y poco más. Una de las excursiones más asombrosas fue la que realizaron a Medina Azahara. Lo sorprendente no fue el hecho de visitarla, sino el motivo que exponía el colegio para llevar a cabo la visita: conocer el contexto en el que desarrollaron su vida los mozárabes, anulando la importancia del monumento en favor de un colectivo cuya aportación a la historia, con todos mis respetos, es una mera anécdota. Flipante.