Desde EQUO, avisamos del coste ambiental del turismo de masas en las distintas regiones y aboga por compatibilizar la industria turística y la protección del medioambiente. En esta línea, criticamos el impacto que tiene el turismo masivo, ya que dispara el riesgo de incendios e incrementa los residuos y la contaminación, además de aumentar la degradación paisajista.
Proponemos controlar el turismo masificado con la limitación del número de plazas turísticas y la penalización de los alquileres ilegales para preservar así los lugares turísticos como destinos sostenibles. De esta manera, se continúa respetando la identidad de estos espacios sin que los visitantes dejen de disfrutar de la amplia oferta de ocio, naturaleza y cultura. Desde EQUO Berdeak se ha impulsado en el País Vasco medidas como la ecotasa en Bilbao para contribuir a financiar los gastos públicos que genera el paso de los turistas o el rechazo a la propuesta de ordenanza para regular los pisos turísticos en San Sebastián.
“El turismo de masas no es una actividad sostenible, pero como ecologistas que estamos gobernando debemos incidir en ella para reducir sus impactos sociales, económicos y ambientales”, opina Neus Truyol, nuestra concejala de EQUO en Palma. “Hemos sido la primera ciudad española que ha prohibido el alquiler turístico de viviendas plurifamiliares para contribuir y garantizar el acceso a la vivienda y tener barrios y pueblos para quien los vive”, añade Truyol como alternativa.
El turismo es uno de los motores de la economía española tal como lo demuestran los ingresos de los más de 82 millones de turistas internacionales que han visitado nuestro país el año pasado. 2017 ha cerrado con un aumento del 8,9% de llegadas y un gasto total de 87.000 millones de euros, un 12,4% más respecto al 2016. Sin embargo, esta masificación del turismo trae consigo impactos perjudiciales para el medioambiente como el aumento de la demanda de infraestructuras de transporte o el consumo de energía y agua.
Nuestra coportavoz de EQUO Andalucía Verdes y diputada andaluza, Carmen Molina, expone que “la sobreexplotación a todos los niveles implica el riesgo de crear una burbuja que acabe matando de éxito al modelo. Ya no son solo los locales los que acaban expulsados por el turismo desaforado, son los propios turistas los que acaban hartos de un modelo masificado que busca el beneficio rápido a costa de expoliar los recursos humanos, urbanos y medioambientales”.
Festivales en zonas sensibles, cruceros contaminantes, restricciones al uso del agua o mercantilización de las playas con actividades que privatizan el patrimonio natural son algunas de las prácticas que contribuyen a la insostenibilidad de la actividad turística en muchas zonas de España. Sin embargo, algunos Ayuntamientos y Comunidades ya están adoptando medidas para hacer más sostenibles las actividades turísticas en época estival.
Ana María Carnero y Saulstiano Luque, portavoces de EQUO en Córdoba, han puesto de manifiesto que “el problema de la turistificación ha llegado a Córdoba, lamentamos el impacto cada vez mayor de la masificación turística en el tejido comercial y social de nuestro centro histórico, y esperamos que las Administraciones, Junta de Andalucía y Ayuntamiento, comiencen a abordar este problema, que puede llegar a acabar con uno de los sectores de ingresos más importantes de nuestra ciudad y de Andalucía”.
“Es imprescindible que el Ayuntamiento de Córdoba acometa sin más dilación el desarrollo de un Plan de Turismo Sostenible con visión integral sobre el modelo de ciudad que queremos” ha señalado Ana María Carnero, subrayando que este Plan no puede obedecer a un diseño de despacho sino que tiene que ser fruto de la reflexión y debate participativo de todos los sectores implicados, desde las asociaciones vecinales hasta los sectores profesionales y empresariales relacionados con el turismo, la cultura y la protección del patrimonio.
Por su parte, Salustiano Luque ha añadido que, simultáneamente al desarrollo de este Plan y para que la situación en el centro histórico de la ciudad no empeore más, ya deberían adoptarse medidas concretas como no concentrar más eventos culturales, religiosos y festivos en el entorno de la Mezquita, distribuyéndolos por otras zonas de la ciudad “de forma que no se siga masificando el casco antiguo y, al mismo tiempo, se dinamice la actividad social y económica de barrios menos concurridos”. En tal sentido ha animado a aprovechar el importante patrimonio natural, cultural y gastronómico de los pueblos de nuestra provincia para que las instituciones promuevan rutas turísticas que incluyan la visita a otras zonas de la capital así como a las comarcas de Sierra Morena, la Campiña y el Valle del Guadalquivir.
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