Las Organizaciones de Mujeres Feministas y las Mujeres Feministas hemos dado la cara, arriesgado nuestras carreras, nuestro «prestigio», nuestros puestos de trabajo, bienestar, tranquilidad, nuestra salud… en otras partes del mundo su libertad y su vida. ¿Sirve para algo tanto esfuerzo, tanta entrega, tanta renuncia? SÍ, merece la pena, porque gracias a ello avanza el conjunto de las mujeres y de la sociedad.
Según nos llega desde todos los medios formales y no formales, pareciera en este siglo XXI que acabamos de inventarlo todo, que el feminismo puede ser redefinido por cada ser humano que le apetezca, es curioso, no ocurre lo mismo con el socialismo, el comunismo, el capitalismo, el liberalismo… pero el feminismo, esa teoría y movimiento social y político protagonizado por mujeres a lo largo de la historia y específicamente durante los últimos tres siglos, al no tener en su centro al universal masculino, es susceptible de ser maltratado, invadido, desprestigiado, cuestionado y despojado de toda su historia, su teoría y sus referentes.
Es por ello, por lo que conviene recuperar nuestra Memoria Feminista y saber que gracias a las Organizaciones y Mujeres Feministas de todos los ámbitos tenemos en el mundo leyes que penalizan la violencia contra las mujeres, que fomentan el estudio de la mitad de la población, que somos las mujeres, la mitad de la población que ha estado y está invisibilizada. Que podemos tener una cuenta en el banco, ocupar espacio en la universidad, en la política, en la música, en el cine… , sí, esto lo hemos conseguido para todas las mujeres, para aquellas que reconocen a quienes les abrieron el camino y también para las que las desprecian.
El Feminismo es el movimiento social, filosófico, político que más cambios estructurales ha propiciado a lo largo del siglo XX y principios del XXI, ha conseguido que la mitad de la raza humana, sea considerada humana y ciudadana en gran parte del Planeta. Queda mucho por hacer: abolición de la prostitución, de los vientres de alquiler, acometer la violencia económica contra las mujeres, sus hijas e hijos, conseguir paridad real en todos los espacios, igualdad salarial… además de dejar a las mujeres feministas ser artífices de nuestra sociedad y no meras receptoras de una estructura patriarcal que nos agota, maltrata e invisibiliza.
Artífices para que no nos sigan asesinando, en los últimos años tenemos las terribles cifras de 42 mujeres asesinadas a junio de 2023, 100 en 2022, 82 en 2021, 88 en 2020 y así podríamos seguir sumando cantidades terribles. Artífices para que la economía no devore a quienes menos tienen, artífices para acabar con las guerras, para que los horarios de trabajo permitan vivir, para que los cuidados pasen a ser también cosa de varones y de Estado, teniendo un lugar central en nuestra sociedad, artífices para construir un mundo justo y equitativo en el que nacer mujer no suponga vivir en desigualdad.
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