¿Qué es la Meritocracia? Me encanta la definición del diccionario: Sistema de gobierno en el que el poder lo ejercen las personas que están más capacitadas según sus méritos. Siento desengañaros: la Meritocracia no existe.
Al parecer, algunos personajes públicos no se han enterado de esta última afirmación y aprovecharon los mítines de la campaña anterior (ahora parece que están a otras cosas) para volver sobre la «cultura del esfuerzo» y, de camino, la meritocracia. Claro, creemos en el ascensor social y en que los niños vienen de París .
«La idea de que con esfuerzo se puede llegar alto oculta que no todos parten del mismo punto, que no a todos se les juzgará con equidad y que apenas quedan puestos decentes que ocupar » (Javier Carbonell ¿Por qué seguimos creyendo en la meritocracia? 7/04/22)
Se pueden encontrar muchas viñetas que reflexionan irónicamente sobre la supuesta igualdad de oportunidades. No he conseguido encontrar una que me gustó especialmente. Y no sé si el título era Igualdad de oportunidades o Libre Competencia. La describo. Se preparan para correr, en la línea de salida, un hombre a caballo y otro con una pierna rota y una muleta. Sí he encontrado dos muy interesantes y muy relacionadas con menores: 1. La igualdad de oportunidades explicada con un manzano y 2. La imagen de tres niños mirando un partido de fútbol subidos a tres cajas de cartón. En esta última, las diferencias de altura provocan que el más bajito no vea nada. La historieta del manzano es más precisa porque son cuatro imágenes que llevan por título: Desigualdad, Igualdad, Equidad y Justicia. Os invito a buscarlas en la red.
Bueno, habría muchos otros ejemplos que no os resultarán extraños. Animales compitiendo en diferentes pruebas: monos contra elefantes en agilidad; jaguar contra jirafa en velocidad…
Coincidiendo con el final del curso escolar, me interesa especialmente el concepto de meritocracia aplicado a la educación.
En diciembre de 2019, Intermón-Oxfam publicó un informe titulado Equidad y Educación en España. Es un informe muy completo y solo voy a compartir algunos párrafos.
«Según datos de PISA 2015, España es uno de los países europeos con una segregación escolar por nivel socioeconómico más elevada. Además, los índices de disimilitud relativos a los estudiantes que viven en hogares con mayor y menor nivel socioeconómico sitúan a España entre los países con mayores niveles de segregación escolar. La segregación escolar entre CCAA es particularmente desigual.» El informe reflexiona sobre la doble red de escolarización, la repetición de curso, la enseñanza no formal y muchos otros temas.
«Cada vez son mayores los indicios que confirman que no es posible proveer una educación de calidad sin equidad. Una amplia literatura en educación comparada aporta evidencia que demuestra que los sistemas educativos más equitativos son también los más efectivos (Pfeffer 2008).» En contra de modelos en los que se insiste en el esfuerzo individual que todo lo supera y en que hay que separar para que no se «baje el nivel» (nunca he entendido bien eso del nivel, salvo en lo referente al que usamos para que la estantería no se nos descuadre) hay una evidencia que aportan investigaciones recientes de la OCDE cuyos informes destacan que los países que más hanconseguido reducir las desigualdades de sus sistemas educativos son los que han conseguido también mejorar en sus resultados académicos. La equidad y la excelencia no son objetivos opuestos sino complementarios. Perseguir la equidad en educación es por lo tanto un objetivo de eficacia, además de un obvio objetivo de justicia distributiva.
Carlos Gil en un debate con el título La Meritocracia: ¿un principio conservador o progresista? (Espacio Público) nos deja la siguiente reflexión: «La educación es el principal canal para la movilidad social de los hijos de la clase trabajadora, al no contar con un capital y patrimonio considerable que heredar. En la meritocracia liberal, se da por sentado que los sistemas educativos públicos son suficientes para compensar las desigualdades de partida e igualar las oportunidades de acumular las competencias que más recompensa el mercado. A pesar del meritorio esfuerzo de la comunidad educativa en hacer que estas desigualdades no fueran aún más grandes, si no existiera la escuela pública, estás desigualdades de clase en el desarrollo del mérito académico se mantienen casi intactas a lo largo del sistema educativo y no se han reducido significativamente en las últimas décadas.»
Empezamos las vacaciones de verano y en ellas nos aparece un elemento más de desigualdad. Hay una difícil conciliación para las familias. Un estudio elaborado en Cataluña reveló que el porcentaje de niños y niñas de entre 6 y 16 años que van a campamentos es del 41% en las familias de nivel socioeconómico bajo y del 72% en las de nivel alto
Harían falta más plazas públicas para hacer frente a esta desigualdad y para combatir la pérdida de aprendizaje durante el periodo estival de los pequeños y pequeñas de familias más vulnerables («Comienzan los ‘juegos de la conciliación»: por qué las vacaciones de verano aumentan la desigualdad, Lara Carrasco, Infolibre, julio 2023).
Deberemos reflexionar sobre todo esto.
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