El Consejo del Movimiento Ciudadano ha dirigido escritos a la Gerencia de Urbanismo y a las áreas de Infraestructuras, Seguridad y Gestión del Ayuntamiento de Córdoba, urgiendo a que se regularicen las actividades hosteleras que ocupan equipamientos públicos mediante concesión municipal y que no están cumpliendo las cláusulas del pliego, bien por obras realizadas sin autorización, bien por ocupar más espacio público del permitido y por el que se paga un canon muy reducido, o tan bien, por no haber cumplido parte de las contrapartidas exigidas. Incluso sus instalaciones eléctricas, de toldajes, carpas, etc. deberían ser motivo de inspección de forma subsidiaria.
En el caso de la antigua caseta de feria del Círculo de la Amistad, en los jardines de la Victoria, actual Mercado Victoria, se han realizado obras de ampliación que han supuesto que hasta árboles de los jardines han quedado dentro del negocio. Incluso se han levantado construcciones adosadas que incrementan la edificabilidad permitida. Asimismo, ocupa de forma continua espacio de jardín, sin que conste permiso de Parques y Jardines, que no estaba dentro de la concesión. Si intenta ser una terraza con veladores, debe retirarse diariamente (lo que no sucede) y pagar la tasa oportuna. La opción de instalación permanente solo es posible mediante ampliación de la concesión y pago de un canon superior al que ahora abonan por ser una actividad lucrativa.
El segundo caso es el del ala dedicada a negocio hostelero en la antigua estación de Renfe, actualmente Kamaleónica, que ocupa zona del jardín de Adolfo Suárez de forma permanente. Como en el caso anterior, si pretende ser una terraza con veladores, tiene que permitir el paso, recogerse diariamente y pagar la preceptiva tasa. Si ocupan permanentemente la zona de jardín, tal y como sucede, al margen de necesitar permiso de Parques y Jardines, solo es posible si se amplía la concesión y se abona un canon mayor por la actividad lucrativa que desarrolla.
Por otro lado, el kiosco situado en el Balcón del Guadalquivir, actual Restaurante Mirador del Río, tenía entre sus obligaciones de la concesión. Invertir en la recuperación del avión y entorno ubicado junto a él. Ha pasado tiempo más que suficiente y es obvio que esa inversión no se ha realizado y que, por tanto, se ha incumplido el pliego de condiciones. Más aún, se han desentendido del avión y el peligro que supone. Por otro lado, el Ayuntamiento debería tomar una decisión sobre el segundo kiosco, antiguo Fidias, que presenta un estado de abandono y destrozo absolutamente indigno y que supone un peligro latente.
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