El sindicato andaluz USTEA ha realizado este documento a través de una encuesta anónima con más de 500 respuestas al profesorado en activo no especialista en atención a la diversidad y que atiende a este alumnado en sus aulas a diario. Los resultados evidencian que el profesorado andaluz tiene serios problemas psicosociales en primaria y aún más en secundaria. Trasladándose a nivel porcentual hablamos de que entre el 17% y el 20% del alumnado de un aula recibe apoyo específico sobre todo de personal de Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje. Estos apoyos que reciben son normalmente propios del centro educativo, aunque cada vez son docentes compartidos por varios colegios o institutos lo que hace que esta intervención sea muy reducida. El caso más flagrante es el de la insuficiencia de personal técnico de inclusión social.
Los docentes consideran mayoritariamente (un 95%) que estos recursos no son suficientes. Las principales dificultades que observa el profesorado andaluz son la falta de recursos humanos y materiales. En esta línea las ratios elevadas en las aulas ordinarias y también la elevada concentración en las aulas específicas hacen que el trabajo sea muy complicado. Un ejemplo lo encontramos en casos como aulas específicas con 6 alumnos y alumnas con trastornos de lenguaje con problemas graves de conductas, o en aulas de secundaria con una ratio de 30 alumnos con un 25% o más de alumnado con necesidades específicas de apoyo.
A esto se suma la baja formación que tiene el profesorado y maestros sobre la atención a la diversidad ya que, según el sindicato y los docentes, no se forma de manera efectiva en los centros educativos a través de propuestas formativas propias, ni existe una oferta formativa suficiente en los centros de profesorado.
Desde USTEA apuntan que la solución pasa por un aumento de plantillas docentes. Esta medida reduciría el alumnado por clase, aumentaría el personal especializado, y daría una educación de calidad al alumnado con necesidad específica de apoyo educativo, cuyo censo ha subido un 25% en los últimos años. Ese incremento de personal permitiría bajar el horario lectivo que imparte el profesorado de cara a tener tiempo suficiente para una buena coordinación y preparación de sus actuaciones e incidirá positivamente en la mejora de las condiciones laborales a la vez que revertiría en una mejora de la calidad educativa.
Por último, el sindicato añade que este estudio pone de manifiesto las carencias formativas del profesorado y la impotencia del mismo al no poder dar una atención a la diversidad real y exige que la Consejería de Educación implemente una formación específica de calidad y suficiente para todo el profesorado a través de propuestas formativas diversas.
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