César Pérez Navarro.
En una carta dirigida a la alcaldesa Maria Isabel Ambrosio, con fecha 31 de mayo, la Asociación para la recuperación de la memoria histórica de Aguilar de la Frontera (AREMEHISA) solicitó la «retirada de distinciones, medallas, nombramientos y honores de la ciudad de Córdoba a los militares, cargos franquistas y colaboradores con la sublevación militar, la guerra civil y la represión de la posterior dictadura» en cumplimiento de sendas leyes de memoria, la Ley 52/2007 y la Ley 2/2017 de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía.
En concreto, se solicitó desde esta asociación «revocar y retirar el nombramiento de Hijo Adoptivo de Córdoba» a genocidas como Queipo de Llano, Jose Enrique Varela Iglesias, Ciriaco Cascajo Ruiz y Eduardo Sáez de Buruaga (7 de septiembre de 1936) «revocar y retirar el nombramiento de Hijo Preclaro y Predilecto» a Ciriaco Cascajo Ruiz (14 de octubre de 1936), «revocar el acuerdo y cambiar o retirar la lápida existente en el Cementerio Municipal de la Salud» en la sepultura pública de Ciriaco Cascajo Ruiz, construida y cedida por el Ayuntamiento de Córdoba en mayo de 1953″ y «revocar y retirar el nombramiento de Hijo Adoptivo de Córdoba» a José Antonio Girón de Velasco, adoptado el 27 de febrero de 1957.
Entre los crímenes de estos personajes históricos, la matanza de unas 14 mil personas solo en Sevilla, ordenada por Queipo de Llano, que sigue enterrado en la basílica sevillana de La Macarena, célebre también por sus arengas radiofónicas: «Se les perseguirá como a fieras, hasta hacerlos desaparecer a todos […] Nuestros valientes legionarios y regulares han demostrado a los rojos cobardes lo que significa ser hombres de verdad. Y de paso también a sus mujeres. Esto está totalmente justificado porque estas comunistas y anarquistas predican el amor libre. Ahora por lo menos sabrán lo que son hombres y no milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y pataleen».
Los crímenes de lesa humanidad de los otros condecorados no se quedan muy atrás; Las operaciones de la columna «Varela» se extendieron durante los meses de agosto y septiembre de 1936, participando sus tropas también en labores represión en la retaguardia; Ciriaco Cascajo ordenó el bombardeo del Gobierno Civil y durante los tres años de guerra fue la máxima autoridad militar, siendo fusiladas miles de personas afines a la II República (o no necesariamente) bajo su mando; Eduardo Sáez de Buruaga tomó varios pueblos de la provincia, como El Carpio, Alcolea o Baena, este último pueblo con una represión especialemente violenta; José Antonio Girón de Velasco era un hombre conocido por su carácter violento que los falangistas llegaron a postular para ser comandante de la División Española de Voluntarios que lucharon codo a codo con el ejército nazi en la Unión Soviética. También ocupó el cargo de Ministro de Trabajo en la dictadura Franquista.
Así reza la leyenda de la tumba de uno de los responsables del asesinato de unos 5.000 cordobeses solo en la capital: “Yace aquí el cuerpo del exc. mo sr. D. Ciríaco Cascajo y Ruiz, general de división, patriota ejemplar, hijo preclaro y predilecto de Córdoba y su más enérgico y decidido defensor en el alzamiento nacional de 1936. El ayuntamiento de la ciudad le concedió este sepulcro en señal de perenne gratitud. N. 1878 – 1953. RIP”.
En el cementerio de La Salud se mantiene todavía una lápida sobre la tumba de la persona que encabezó el golpe de Estado en la capital en julio de 1936, y que desarrollaría una bien documentada represión posterior, con fusilamientos masivos en la capital y en toda la provincia: el coronel Ciríaco Cascajo.
Carta al defensor del Pueblo;
Hace ya más de 5 meses ( con fecha 31 de mayo del 2018) que AREMEHISA Asociación para la recuperación de la memoria histórica de Aguilar de la Frontera ( Córdoba) presentamos en el Ayuntamiento de Córdoba un escrito (del cual se adjunta copia) para que en aplicación de la ley de la memoria histórica se procediera a la retirada de títulos y honores los mandos franquistas que se levantaron en armas contra el gobierno legítimo en la ciudad de Córdoba en el año 1936 y aún no hemos recibido ninguna respuesta del Ayuntamiento de Córdoba .
Atentamente.
Rafael Espino Navarro
Presidente de AREMEHISA.
Defensor del pueblo Andaluz. Con este correo acusamos recibo de su escrito, registrado el 02-11-2018 con el nº 201800020297, formulado ante esta Institución.
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