El pasado sábado 27 de junio Guillermo Contreras quiso compartir con nosotras una publicación reciente de Jorge Riechmann, el poeta, ensayista, filósofo, matemático y ecologista conocido por los cordobeses, ya que ha estado en muchas ocasiones compartiendo su sabiduría en esta ciudad. La publicación a que hace referencia Guillermo es “13 medidas para iniciar un cambio sistémico”. Entre estas 13 medidas, como abandonar el PIB como indicador de bienestar, una reforma fiscal progresiva un ingreso mínimo garantizado, reducción de la movilidad…todas ellas cosas de sentido común, Guillermo destaca la última; alfabetización e ilustración ecológica a escala masiva. Y es que Riechmann pone como ejemplo el despliegue informativo y pedagógico que se ha hecho con motivo del coronavirus y que da una medida de lo que se puede hacer cuando se quiere. Se ha puesto de manifiesto que es posible cambiar las conciencias y los hábitos porque lo hemos experimentado con la pandemia, que nos ha enseñado cómo se puede empujar a una colectividad a cambiar de hábitos.
Recientemente se ha publicado un libro de Riechmann que es una recopilación de sus entrevistas, titulado “Un lugar que pueda habitar la abeja”. Es un resumen de lo que deberíamos hacer con las ciudades, conseguir que en las ciudades puedan habitar las abejas, el indicador de que la vida funciona. La comisión Europea, en su proyecto de biodiversidad ha propuesto recientemente renaturalizar las ciudades. Contreras cree que habría que hacer un comité de emergencia sobre cómo deberíamos reconfigurar las ciudades y el sistema. Para ello, según Riechmann, una forma sería establecer las condiciones para que puedan habitar las abejas, y otra, pensando en las 7 generaciones siguientes, como hacían pueblos originarios de América del norte cuando tenían que tomar una decisión importante y después de haberla debatido entre sus habitantes.
Se calcula que el 70% de las enfermedades emergentes en las sociedades humana en los últimos 40 años tienen su origen en la pérdida de biodiversidad, como el Ébola, el Sida, el Sars, la Gripe Aviar, la Gripe Porcina y el Covid-19. Esta crisis sanitaria que estamos atravesando no habría tenido lugar si no hubiéramos acabado con la biodiversidad y deteriorado los ecosistemas como los estamos deteriorando, porque cuando se reduce la diversidad de especies se favorecen las zoonosis, es decir, el paso de un virus de una especie a otra. Si el número de ejemplares de una misma especie es muy alto, como es el caso de las macrogranjas, todavía se produce con más facilidad. También se favorece la transmisión de virus entre unas especies y otras, o entre animales y los seres humanos, cuando los animales están sometidos a estrés, como es el caso de las macrogranjas y los mercados de animales, donde permanecen los animales hacinados y en cautividad. La biodiversidad es clave, esta crisis sanitaria se ha producido en gran parte porque estamos acabando con los ecosistemas, con la biodiversidad, porque las zoonosis aumentan con la pérdida de biodiversidad.
En las granjas de visones en Holanda, donde a veces hay amontonados hasta 60.000 ejemplares de visones, se ha comprobado cómo dos casos de trabajadores con Covid han infectado a los visones y luego, después de hacer el seguimiento genético de este tipo de virus, se ha comprobado que los visones han devuelto el virus a los humanos y han contaminado a otros dos trabajadores. Por eso se dice que quien tiene un monocultivo, tiene una plaga.
La comunidad científica está advirtiendo de esto desde hace tiempo; en septiembre pasado, la OMS emitió un informe describiendo qué es lo que iba a pasar a partir de febrero de 2020, y todavía no tenían conocimiento del coronavirus. El informe aseguraba de la expansión de patógenos en un plazo corto, advirtió de lo que iba a pasar, y ha ocurrido. Para evitar que se produzcan estas situaciones hay que cambiar el Sistema, y para conseguirlo, la lucha ha de ser dura, porque el Sistema no soporta ese tipo de transformaciones, lo que busca es el enriquecimiento rápido y depredador.
Hay mucha manipulación mediática por parte del Sistema, se “educa a la gente” en sentido contrario; que el ecologismo coarta la libertad. Ecologistas en Acción viene previniendo desde hace tiempo a la sociedad del ecofascismo, que reconoce los problemas ambientales, pero culpa de ellos a terceros; a los pobres, que vienen en patera, que vienen a quitarnos el trabajo, a infectarnos con sus enfermedades… estos movimientos fascistas se pueden amparar en criterios ambientales para proponer medidas contrarias a lo que estamos proponiendo los ecologistas. El avance de los ecofascismos es un escenario posible.
Síntesis de la conversación mantenida con Guillermo Contreras, de Ecologistas en Acción, en Pardigma Radio el 27 de junio de 2020.
A escuchar en este enlace:
https://www.spreaker.com/episode/33885741
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