Comunicado
Todas y todos hemos sido turistas alguna vez en nuestra vida, y hemos disfrutado el poder conocer otros lugares y otras culturas de cerca. Se nos han quedado grabados en nuestra memoria aquellos momentos en los que logramos sentirnos menos “turista”, conectando con otras culturas a través de las personas que las forman, poniendo cara humana al turismo.
Córdoba, con su historia única, siempre ha sido un lugar de encuentro, de diferentes culturas. Esta multiculturalidad y generosidad al abrir las ventanas al mundo forma parte de nuestras señas de identidad.
El turismo es un fenómeno creciente en un mundo cada vez más globalizado donde las distancias geográficas y culturales decrecen. Nos debe de llenar de orgullo ver como civilizaciones y culturas cercanas y lejanas miran a Córdoba, aprendiendo de su pasado, y anhelando conocer su riqueza cultural y disfrutar de la hospitalidad del presente. Estamos en el “mapa del mundo” del turismo cultural.
Las personas integrantes de la recién constituida asociación CONviviendo somos amantes de nuestra ciudad y de sus señas de identidad multicultural que han sabido sobrevivir. Nos encanta compartir la belleza e historia única de nuestra ciudad, y dar la bienvenida a ciudadanas y ciudadanos del mundo con los brazos abiertos, con la misma generosidad y hospitalidad con la que nos han acogido en otras latitudes del planeta.
Compartimos el temor por la masificación del turismo, sin claras estrategias consensuadas a nivel de ciudadanía, ni a nivel institucional, y el temor por los posibles efectos negativos del turismo, ya sean ambientales, arqueológicos, económicos, culturales o sociales.
Creemos que la apuesta de nuestra ciudad tiene que ser por un turismo sostenible, cultural y social de calidad. Apostamos por un perfil de turista que busca conocer, respetar o integrarse, para no caer en una perversión del turismo auténtico que busca en exclusiva la diversión a coste bajo. Esta forma del turismo ni es respetuosa con nuestras señas de identidad ni con los derechos de la ciudadanía residente.
Lamentablemente, este tipo de turismo tiene mucho elemento en común con la falta de educación cívica que todas y todos hemos presenciado en la cercanía de zonas y establecimientos de ocio nocturno en nuestros barrios. Falta educación cívica a mucho turista, como también nos falta a la ciudadanía cordobesa. El derecho al descanso no puede ser comprometido en el modelo de ocio y de turismo por los que opta nuestra ciudad. Creemos firmemente en un modelo de turismo amable, respetuoso y de calidad que no degrade la convivencia entre la vecindad. El turista cultural tiene este perfil, viene a conocer y compartir.
Las viviendas turísticas por habitaciones responden a la perfección a este perfil de turismo sostenible, centrado en el respeto y la convivencia, ya que se trata de abrirle las puertas de nuestras casas, y cederle el uso de una habitación durante su estancia. Permite el intercambio, cultural y “de cara a cara”, y la convivencia entre turistas y residentes.
No se trata de un limbo legal, el concepto de vivienda turística está regulado. Sus propietarios deben de estar inscritos en el registro correspondiente de Turismo de la Junta de Andalucía, con el espacio arrendado, y tienen la obligación de tributar fiscalmente por los correspondientes ingresos.
A los propietari@s nos facilita una ayuda a nuestra economía doméstica que nos permite mantener nuestras casas y a nuestras familias, hecho que no siempre es fácil, muy especialmente en tiempos de crisis y precariedad laboral. Este hecho es especialmente relevante en el caso del casco histórico porque permite fijar la población en él evitando así la gentrificación y turistificación.
Vemos con enorme preocupación como el concepto de vivienda turística está siendo aprovechado por grandes propietarios, grandes cadenas hoteleras y fondos de inversión para especulación inmobiliaria y negocio inmobiliario. Estamos por suerte aún lejos de lo que se vive en ciudades como Barcelona y Madrid, quiere decir que estamos a tiempo de prevenir los abusos especulativos.
Defendemos un modelo específico de vivienda turística: las viviendas compartidas y colaborativas, con fines turísticos. Son casas de particulares que, residiendo en ellas, ceden parte de su vivienda para uso turístico (entendiendo como tales “viviendas con fines turísticos – VFT- por habitaciones, según especifica el decreto 18/2016 del 2 de febrero de la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía).
Este modelo es el único garante de evitar la gentrificación y turistización, ya que logra que la población autóctona residente siga fijada al territorio en lugar de ser desplazada del mismo por la proliferación excesiva de otras formas de alojamiento turístico.
Reivindicamos un marco legal distinto para las y los particulares dedicados a este tipo de viviendas turísticas (VFT por habitaciones), diferenciado de cualquier otro tipo de ellas (el modelo de viviendas turísticas completas, como apartamentos) y/o de profesionales del sector turístico (hoteles, apartamentos turísticos, etc.).
El modelo de viviendas compartidas y colaborativas contribuye al Derecho a Ciudad, al derecho a una vivienda digna y a la vida de nuestros barrios, a “hacer barrio” y al intercambio entre sus residentes y personas visitantes, da a conocer a las personas visitantes de Andalucía la forma de vivir en nuestras casas, patios y barrios y contribuye al intercambio entre culturas y pueblos así como a la conservación y el conocimiento del patrimonio cultural, social y ecológico de nuestra comunidad autónoma.
Con ello pretendemos fomentar un turismo con identidad, social, responsable y humano, respetuoso con el entorno y con auténtico interés en las señas de identidad culturales y sociales de nuestra comunidad autónoma, nuestros municipios y nuestros barrios.
Foto: Lola G. Suárez.
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