Córdoba se despierta con récords de pobreza, desempleo, exclusión, pobreza energética y desahucios y parte de la población no es consciente de ello. Causa pavor ver cómo se asume esto con alarmante pasividad.
Redacción
Publicado en Diciembre 2017 en el Número 9 de la edición impresa
Mientras todo esto ocurre ante tantas anestesiadas neuronas, sordos oídos y ciego ojos, las ayudas de emergencia llegan con cuatro meses de retraso y no hay un plan específico de actuación, como se pide desde el colectivo social Encuentros en la Calle. La Ayuda a domicilio y por tanto la Ley de Dependencia, es un mero escaparate propagandístico de los políticos, pues hay quien para cuando se le aprueba, ya ni está para contarlo. El Estado social y de Derecho que refleja la Constitución de 1978 en sus apartados sociales, es un compendio de buenas palabras, pero nulas actuaciones. Letra mojada.
Córdoba es la ciudad capital de provincia con más paro de España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). La tasa de paro estimada a día de hoy es del 34,5%. En cuanto a rentas medias familiares, tampoco salimos bien parados en Córdoba, con aproximadamente 26.000 euros, llegando distritos como el Sur a unos famélicos 16.000 Euros de media, según recoge el INE en su informe sobre 500 barrios en España. Lo dice otro informe de la consultora AIS GROUP: En el estudio «La pobreza en España pueblo a pueblo», que se basa en datos del INE, y en los indicadores socio demográficos de Hábitat Big Data, Córdoba es la capital de provincia con mayor tasa de población en riesgo de pobreza. Un 37,6% de las familias que viven en la capital y un 39% de las que viven en la provincia están al borde de la exclusión y de la pobreza.
Aunque estadísticamente la provincia está peor, Córdoba es la capital de provincia española que tiene peores datos en todo el país. En ese ranking de población en riesgo de pobreza le siguen Almería, Huelva, Málaga y Sevilla con valores desde el 36,7 % al 32,2%. Quizá el presidente del gobierno Mariano Rajoy y su “benefactora” la presidenta de Andalucía Susana Díaz, debería tomar nota y sacar a tanta gente del atolladero en que se encuentran. Algo harto difícil de que lo hagan, dado sus precedentes justo en la dirección contraria.
El gobierno central no aporta nada para esto cambie; basta decir que la provincia de Córdoba, es año tras año, detentadora de otra indignante estadística, la de ser, en relación a su población, la que recibe menos dinero por habitante de todo el territorio español en los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
En esta ciudad existen cada día doscientas cincuenta y ocho personas que no tienen ni un techo donde vivir ni una comida que llevarse a la boca. Son doscientas cincuenta y ocho personas con alma y corazón como tú y como yo, a las que la vida les ha vuelto la espalda y la sociedad también. En 2016 se contabilizaron cuarenta y seis menos, o sea doscientos dos; unos datos que avalan que ni la crisis ha terminado y que esta golpea cada vez más a las clases más humildes y excluidas.
El ayuntamiento va a poner en marcha un Centro de día en los locales que antes ocupara la Cruz Roja, dentro de lo que fue el antiguo cuartel de Lepanto para acoger un mayor número de personas que ahora, eso sí, gestionado por los Padres Trinitarios que se trasladarán de su centro a él. Es verdad que el mejor Centro social es aquel que no existe, por ser innecesario, pero mientras tanto, faltan recursos y más sabiendo que estos son los últimos del triste “escalafón” social, pero hay muchos otros miles, que malviven con la ayuda de familiares o amigos. Se está creando una sociedad dual en la que la cúspide de esa imaginaria pirámide engorda día a día, mientras la base está cada vez más amplia de pobreza y exclusión. Estamos en tiempos pre navideños y recordemos que decenas de miles de trabajadores están en el paro, pero otros muchos aún trabajando también son pobres, pues con sueldos de miseria no pueden llegar a fin de mes y tener que levantar un hogar y criar hijos a los que darle una vida digna.
Nada es casual, estos “lodos” son consecuencias de los “polvos” del Tratado de Maastricht, donde se diseñó hace veinte cinco años la política económica ultra liberal que hoy padecemos y cuya consecuencia ha sido la de empobrecer aún más a una población exhausta.
El pasado 26 de noviembre se ha “celebrado” el día mundial de las personas sin hogar y a los xenófobos que tanto alardean de su patriotismo, habría que decirles, que más del 81% son españoles. Da igual la nacionalidad, sencillamente son seres humanos.
Ante todo ello, Paradigma no puede ser imparcial y levanta su voz imaginaria, expresada en forma de palabras escritas. Se hace necesario un trabajo de concienciación del problema grave de exclusión de esa sociedad muda y acomplejada, para que rompa su silencio y para que una buena parte de la ciudadanía cordobesa deje de ser sonámbula, despreocupada e indolente.
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