Asociación El Brote Educación Ambiental
El comienzo del año 2028 marca un hito en la historia de nuestro planeta. Los logros de los últimos 4 años han transformado nuestro camino hacia un mundo más habitable.
A nivel planetario, la COP31 cerró medidas concretas para mitigar el cambio climático, con financiación real y excluyendo a empresas petrolíferas de este espacio. La ansiada prohibición del glifosato por la UE en 2024 inspiró al mundo.
En España, las mejoras en el transporte público y carriles bici provocaron un descenso drástico del uso del coche, ahora la última opción de movilidad urbana. La ampliación de la red de trenes descentralizada provocó un éxodo urbano que revitalizó los pueblos e impulsó iniciativas juveniles rurales.
Doñana, gracias a la adopción de cultivos tradicionales de secano en ecológico, ha renacido como ejemplo sostenible de gestión de un Parque Nacional. En Andalucía se incluyen planes de reforestación de espacios colindantes para enfriar el aire que entra a las urbes.
Córdoba, «Ciudad de la Reforestación», es la protagonista de un movimiento pionero de estrategias de biodiversidad urbana. Este proyecto embellece la ciudad con árboles autóctonos, reduciendo la temperatura y convirtiendo las calles en oasis sombreados. La valiente decisión de dejar de echar cloro en las fuentes se ha convertido en un modelo que ha llenado de vida, de anfibios y de biodiversidad las ciudades. Mientras tanto, el compostaje comunitario se ha convertido en una práctica arraigada. Cada barrio gestiona sus propios residuos orgánicos, transformándolos en abono para enriquecer el suelo de alcorques y áreas verdes. Este enfoque no solo protege y cuida el suelo, sino que también contribuye a la preservación del agua. Los barrios periféricos, al poner en valor su flora silvestre, han liderado la vanguardia en procesos participativos de renaturalización.
Los centros educativos, motores de cambio, se han sumado a la convocatoria «Descementando». Huertos escolares, bosques comestibles y matorrales mediterráneos han emergido en lugares donde antes había cemento. La labor del profesorado que impulsa estas iniciativas es reconocida, liberando horas docentes y facilitando la participación en iniciativas ecosociales. La asignatura de Huerto se integra en centros educativos, aupada por profesionales de educación ambiental contratados bajo la nueva Ley de Educación Ambiental de 2025. Además, se han recuperado la mayoría de cocinas de los colegios, usando alimentos ecológicos y locales y priorizando el uso de hortalizas del propio huerto. Estos criterios están sirviendo de inspiración para las cocinas de hospitales y residencias.
A nivel de movimientos sociales el horizonte es completamente diferente al de hace 4 años: desde el activismo socioambiental celebran el cierre de grupos de trabajo que han cumplido con éxito sus objetivos. El alto al fuego en genocidios, logrado por el alzamiento de la sociedad, ha producido una sucesión de políticas restaurativas que repararan agresiones históricas. A pesar de estos notables avances, aún queda trabajo por hacer.
En el amanecer de 2028, estamos en el camino hacia un futuro, construido con esfuerzo, pasión y la convicción de que nuestro impacto positivo perdurará por generaciones.
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