El Consejo del Movimiento Ciudadano ha solicitado al Ayuntamiento que disponga un plan reforzado de vigilancia, control y limpieza para el desarrollo del concurso de cruces, especialmente en la zona del Casco Histórico donde se van a concentrar la mitad de las cruces a las que se unen casi una decena que se van a instalar en zonas del centro comercial.
Según informa el propio Consejo, el gobierno local ha desestimado su petición reiterada de que se inicie una reducción de cruces en el Casco, basada en el hecho de que se está produciendo masificación y problemas de convivencia de lo que solo escapan unas pocas excepciones que hay que valorar, que, o no ponen barra, o siguen basándose en el voluntariado y la asistencia familiar.
El Consejo del Movimiento Ciudadano considera que los operativos dispuestos en los últimos años son claramente insuficientes. Entiende que hay mantener una vigilancia permanente que evite riñas, incumplimiento de horarios, infracción de la ordenanza de higiene urbana (hacer necesidades en la calle, en portales; abandonar vasos y botellas en la vía pública o en puertas y ventanas de viviendas), gritos y voces a deshora; … Asimismo, defiende que la limpieza debe ampliarse a las zonas del entorno de las cruces, los lugares por donde fluyen los asistentes a las cruces, y que presentan inevitablemente una suciedad superior.
El órgano ciudadano dice no compartir el que siga habiendo cruces que se ubiquen fuera de su entorno vital y ocupen calles o plazas ajenas a su actividad habitual solo por conseguir una mayor rentabilidad económica. «No entendemos que se mantenga la acumulación en varios cientos de metros de varias cruces lo que genera un efecto “parque temático masivo” que ocasiona ocupaciones de vía pública, acerados, problemas de accesibilidad y movilidad, que deben evitarse. Tampoco comprendemos que se permitan cruces en solares sin edificar o en instalaciones deportivas y educativas donde no se puede consumir alcohol«, afirman.
El CMC urge a que la reflexión que los organizadores de la Cata del Vino han iniciado este año sobre el sentido de su celebración, se extienda al resto de eventos festivos. «No se puede confundir asistencia de personas a un evento con éxito del mismo. La valoración positiva realizada exclusivamente por la presencia más o menos masiva, oculta que se produce la degeneración de dichos eventos que se convierten en barras gigantes con ruido insoportable, música fuera de lugar y donde, como pasa en las cruces, el origen y sentido de la fiesta sean lo menos importante. Pero, en cualquier caso, mientras se abordan cambios, hay normas que se debe obligar a que se cumplan para que la convivencia sea posible«, defienden.
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