Laura Ortiz Ramírez.
«Somos la voz de aquellos que tuvieron padres en el bando nacional y se resisten a tener que hacer una condena de lo que hicieron sus familias. De aquellos que no quieren que se cambie el nombre de su calle por el fanatismo político de quienes quieren una España de memoria hemipléjica». Estas son las declaraciones con las que Abascal, líder un partido ultraderechista, opinaba sobre la Memoria Histórica y el trabajo que se está haciendo para rescatarla.
Realmente asombra la escalofriante claridad con la que este señor se posiciona al lado un régimen que perpetúo más de 200.000 asesinatos, convirtiendo así a España en el segundo país con más desaparecidos en fosas y cunetas víctimas de crimines de lesa humanidad. Y no es que crea que el señor, Aznar, Casado o Rajoy (acuérdense de cómo este último se jactaba con haber presupuestado con 0 euros la Ley de Memoria Histórica) piensen de manera diferente, pero sin embargo, quizás una declaración tan explícita hubiese sido bastante delatadora de su gobierno conservador, nostálgico y rancio, y tal vez, por carroñear algunos votos más, optaron por no verbalizar esos pensamientos.
Pero lo que verdaderamente a mi me parece aterrador es cómo de manera pública alardea de pertenecer a un bando de asesinos y verdugos de españoles que su único delito fue ser afines a un gobierno democrático y electo, como fue el de la II República. La manera que tienen de pavonearse de no condenar el execrable régimen fascista de Franco, que llevó a España a los lodos de una pobreza de la que aún se está recuperando, no es compatible con el marco democrático que nos quieren vender. A eso le llamo yo pavonearse bajo palio.
Pero todo esto a ellos se les permite, y no sólo eso, sino que además, con el beneplácito de C’S y el PP de Andalucía y su previo pacto correspondiente, se le ha concedido la presidencia de la Mesa de la Comisión de Cultura y Memoria Histórica y Democrática del Parlamento, evidentemente, porque ellos la pidieron, no fue al azar. Esto permitirá que sean ellos los que tengan la última palabra sobre cualquier iniciativa relativa a la promoción de medidas proclives a la Memoria Democrática o a la derogación de su Ley. Se le ha dado al lobo el rebaño para que lo cuide.
Pero el gran pesar que siento no recae en mi persona por mi trabajo realizado o por mi incesante lucha, sino por la cantidad de familiares de muy avanzada edad que van a ver frenadas las esperanzas de encontrar los cuerpos de sus seres queridos para darles una digna sepultura. Paqui, Remedios, Florentina, Antonio, Luisa, Práxedes, Ana, Paco, y así una larga lista de personas con rostros, con arrugas de lo llorado, de lo vivido, de lo pensado y lo batallado, van a encontrar ahora un gran escollo para de alcanzar sus sueños.
Ha sido mucho el esfuerzo empleado por toda la comunidad memorialista, en reivindicar, publicar y defender la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía. Ha sido mucho el tiempo destinado a defender los derechos de las víctimas a rescatar el relato oculto de sus vidas a través de publicaciones, estudios, documentales y exposiciones. Hemos trabajado mucho para poder llevar a cabo exhumaciones de fosas de asesinados por el franquismo para poder devolver los restos óseos a sus familiares y concluir el proceso con un entierro digno.
Y esta es la parte buena, que por muchos obstáculos y cortapisas que este nuevo gobierno ultraderechista que se ha instalado en Andalucía nos ponga en nuestro camino, lo rescatado, rescatado está, y ahí queda, para no volver a olvidarlo nunca más.
*Círculo de la Memoria de PODEMOS Andalucía.
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