Eran las 11:30 de la mañana y, con puntualidad no se si calculada, empezaba la ceremonia del descubrimiento del monolito a los asesinados en Santa Cruz el día 20 de Julio de 1936.
Habíamos acudido con antelación al acto, y ya algunos vecinos de Santa Cruz estaban, o bien sentados en uno de los bancos de la plaza, bien de pie esperando el acontecimiento, a la vez que se hablaba y cuchicheaba sin alzar la voz. Había algo de alegría contenida en las personas mayores; conforme iba pasando el tiempo, llegaba más gente, a la vez que se bajaban de sus coches gente que venía de fuera; los políticos también iban llegando y, se arrimaban a familiares de los que hoy se homenajeaba, nadie debería quedarse sin un saludo, un beso o un estrechón de manos. Por fin llegó la Alcaldesa y, con su sonrisa habitual saludaba, se acercaba y se dirigía a los familiares (que ella conocía) y estaban presentes, aunque algunos, que acudían y portaban un ramo de flores, a los políticos, que no habían reparado en su presencia, les pasaban desapercibidos. Este reportero casero, al verlos dignamente vestidos, con semblante serio y esperando el momento de la (su) ofenda del ramo de claveles rojos, preguntó quiénes eran: la nieta-respondió ella- de uno de los asesinados. Seguimos hablando y le dije que hoy los protagonistas eran ellos, los familiares, los represaliados del franquismo. Ella asentía con la cabeza. Apenas decía nada.
En el acto protocolario no se había tenido en cuenta que hablaran algunos familiares, pero estos, le propusieron (Ana Almagro) al Portavoz de la Plataforma por la Comisión de la Verdad que le dijera a la Alcaldesa que querían hablar, la Alcaldesa accedió amablemente y sería Ana Ventura quien daría la palabra a cada una de ellas.
Remedios, emocionada, decía que este acto era lo más importante de su vida. Y daba las gracias a todas las personas que habían contribuido para poder llegar a este momento; siguió contando donde vivió cuando pequeña y cuál fue la casa que hizo su padre con sus manos y que los falangistas la desposeyeron de ella, o como, cada vez que a su madre la obligaban a barrer la plaza en la que hoy rendimos este homenaje, se entristecía, se apenaba y se llenaba de terror pensando que, después, le cortarían el pelo como a la vecina de aquella casa (y señalaba una casa a sus espaldas), y eso, no se si lo hubiera soportado.
Ana Almagro, también sobrecogida por la emoción de ver realizados este acto de justicia, dio las gracias a todos y todas los presentes, a los familiares y las Asociaciones Memorialistas, pero sobre todo a los vecinos de Santa Cruz que habían apoyado esta reivindicación de reconocimiento de estos 11 vecinos de Santa Cruz, asesinados y desaparecidos, consiguiendo con ello este reconocimiento de verdad, justicia y reparación, en unos momentos donde los cambios no sabemos dónde nos van a llevar.
Ya solamente quedaba la Alcaldesa y, cuando esperábamos sus palabras, Francisco Ventura, allí presente en aquellos momentos, dijo que quería hablar y, como a la Alcaldesa no le importó, le cedió su palabra. Paco Ventura, haciendo alusión a que el había sido quién había promovido este acto de reconocimiento (vamos, que lo había parido) allá por el 24 de Noviembre de 2015, según hemos podido saber; nos dijo Paco que según el fue oyendo desde pequeño, fueron más de 11, y el número puede estar entre 40-50 personas de Santa Cruz y los alrededores mataron los franquistas y falangistas. Más tarde invitó a los asistentes a los actos que se celebrarán en memoria de estos asesinados y desaparecidos (no se han encontrado) en el día 14 de Abril, día de proclamación de la República.
Sin más delación, Ana Ventura, le dio la palabra a la Alcaldesa. Ella se refirió a la importancia del momento y lamentaba que estos reconocimientos no se hayan producido antes, ya que han pasado 80 años del final de la guerra y esto es demasiado tiempo; la situación política cambiante no nos puede hacer retroceder hacia el pasado y, nosotros, los cordobeses no lo podemos consentir. Por eso hoy queremos proclamar verdad, justicia y reparación para todos/as aquellos que sufrieron la represión.
Terminado el acto, al portavoz de la Plataforma por la Comisión de la Verdad, que agrupa a todas las Asociaciones Memorialista de Córdoba y provincia, lo vimos poniendo un ramo de flores rojas, encima del monolito que lo había tomado de la nieta de uno de los asesinados.
0 comentarios