César Pérez Navarro
Desde que la Comisión de Memoria Histórica que asesora al Ayuntamiento de Córdoba sobre el cambio de denominaciones en el callejero propusiese la sustitución de los nombres de Antonio Cañero, José Cruz Conde, Conde de Vallellano y José María Pemán por su implicación con la dictadura Franquista, su apoyo al golpe militar de julio de 1936 o su participación en la represión franquista, se multiplican las resistencias en los sectores más reaccionarios de nuestra ciudad.
Como ya comentamos el mes pasado, se trata de hacer cumplir las leyes de Memoria estatal y autonómica, no de abrir un debate sobre una legislación ya aprobada y vigente. A pesar de ello, medios de comunicación locales como el conservador periódico ABC insisten en blanquear estos días la imagen de quienes instigaron al genocidio de más de 4.000 cordobeses tras el golpe de Estado de 1936 y durante la represión posterior a 1939. En particular, y por su importancia y ubicación, se redoblan los esfuerzos por limpiar el nombre de José Cruz Conde. Así, ABC afirma que Cruz Conde fue “partidario del golpe” según “quienes quieren quitar su nombre de la calle del centro de Córdoba”, pero que “criticó el poder de Franco”. También publica que “los colectivos de comerciantes y vecinos se oponen” o que “recogen firmas contra el cambio de nombre”. El pasado día 11, ABC difundió la última de las manifestaciones públicas de los políticos de la derecha cordobesa, en este caso, el máximo responsable de Ciudadanos en el Ayuntamiento, José Dorado, quien replicó al primer teniente de alcalde que “Cruz Conde no es ningún fascista”.
A continuación, arrojaremos luz sobre esta figura con documentación de ese período redactada por sus mismos partidarios, dos periodistas adeptos al régimen franquista, a fin de demostrar no sólo que este personaje fue “partidario del golpe militar”, sino que acudió a Córdoba para liderarlo en reuniones conjuntas con altos mandos militares y el jefe de la Comandancia de la Guardia civil, para quienes traía órdenes concretas.
Concluida la guerra civil, en 1939, Marcelino Durán de Velilla y Manuel García Prieto publicaron 18 de julio; Episodios del glorioso movimiento nacional en Córdoba, un compendio de 80 páginas donde se relatan todo tipo de detalles desde antes del golpe de Estado de 1936 y durante la contienda en la provincia de Córdoba, hasta la fecha de divulgación. Durán de Vellida fue nombrado presidente de la Agrupación de Periodistas Profesionales y fue fundador de la Asociación de la Prensa de Córdoba. García Prieto, también periodista, destacó por narrar la muerte de Manolete en Linares en el año 1947.
Las páginas 16, 17 y 18 relatan los momentos previos a la insurrección militar mencionando en repetidas ocasiones a José Cruz Conde como cabeza visible del golpe y mano ejecutora del mismo siguiendo órdenes de Calvo Sotelo. Se recogen interesantes detalles que cito a continuación;
[…] En los primeros días de Julio estuvo en nuestra ciudad José Cruz Conde, que residía en Madrid, y celebró en casa de Don Eduardo Quero interesantísimas conferencias con el entonces comandante militar don Ciriaco Cascajo Ruiz, coronel del Regimiento de Artillería Pesada número 1, y con el jefe de la Comandancia de la Guardia civil, don Mariano Rivero. El señor Cruz Conde traía órdenes concretas y obtuvo de dichos señores la palabra de honor de que las fuerzas a sus órdenes secundarían el Movimiento. Posteriormente, ya de nuevo en Madrid, tuvo alguna conferencia con el señor Quero Goldoni, dándole instrucciones, en el lenguaje convenido, sobre organización.
La conspiración se iba ensanchando. Se conspiraba en todas partes sin que las autoridades del Frente Popular ni sus sabuesos lo advirtieran […]
El día 11 de Julio regresó de Madrid a Córdoba el médico don Julián Ruiz Martín, quien traía un importante encargo que le había confiado el señor Cruz Conde de parte del señor Calvo Sotelo. Era que notificara al señor Valverde que se designara alcalde de Córdoba a don Salvador Muñoz Pérez, y que éste fuera con las tropas a tomar el Ayuntamiento […]
El problema respecto a la opinión pública es el de siempre. Faltan elementos de juicio porque se silencian episodios como este. Buena parte de la ciudadanía cordobesa desconoce -en este caso- el alcance y la responsabilidad directa de este siniestro personaje en las matanzas posteriores al golpe militar de 1936 en Córdoba. Lo sorprendente es que esta calle que desemboca en las Tendillas haya mantenido su denominación hasta 2018, 43 años después de la muerte de Franco y 10 desde la aprobación de la Ley de Memoria Histórica estatal.
García Prieto, al autor de ese panfleto fascista, también tiene calle en Córdoba, concretamente una que confluye en la Avenida de Barcelona. Parece que las esquinas con su nombre rotulado sonaron al principio del proceso entre las higienizables, pero al final no he logrado saber si será así o no.