La brutal agresión sufrida este fin de semana por una educadora social en Huelva, trabajando sola en un turno de noche, vuelve a evidenciar la precariedad, la falta de recursos y la desprotección que sufren en el sector. En el mes de marzo, un hecho similar acababa con la vida de una trabajadora en Extremadura.

Con esta movilización que se realizará en la Pérgola de Bulevar quieren hacer visible lo invisible: salarios de miseria, servicios atendidos con el personal mínimo y un desmantelamiento progresivo de los servicios públicos. Un modelo de privatización donde prima el beneficio económico por encima de las necesidades de la ciudadanía.
Exigen condiciones laborales dignas, seguridad y medidas de prevención en los puestos de trabajo, para que éste no ies cueste la vida. De igual forma, reclaman un sistema público de servicios sociales que garantice la calidad en la atención y los cuidados, conforme a criterios de calidad y donde el centro de la intervención sean las personas.

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