Estos días pasados nos enteramos de una mala noticia para uno de nuestros barrios, la suspensión de la Feria de la Educación del Distrito Sureste que se iba a realizar en el barrio de la Fuensanta.
Los motivos son de sobra conocidos por el lector ya que ha sido noticia en todos los medios locales. El hecho es que ante unos motivos al parecer impuestos por el Ayuntamiento los organizadores deciden cancelar el evento por la presencia de Colegios privados y concertados en la misma.
Quien escribe defiende la escuela pública, pero considero la decisión un error. Una cosa es dar motivos y otra ejecutar la decisión de no realizarla, y la responsabilidad está en estos últimos. La educación pública, la inclusiva y plural debe saber convivir con otros modelos diferentes aunque no se compartan. Desde otra dimensión y en cierto sentido : La convivencia, la tolerancia son valores que los docentes enseñamos en las aulas para formar al niño en un futuro ciudadano respetuoso en la diferencia, los cambios se realizan democráticamente y mediante el contraste de posturas y modelos, pero no desde la anulación de algo donde todos salimos perdiendo .
Porque como he comentado de aquí quien sale perdiendo es el barrio, un barrio de trabajadores ¿Alguien ha pensado en el vecino que no va a poder disfrutar de esta jornada? ¿En el joven que no tiene claro que va a estudiar y que esta feria podía aclarar sus dudas en su futuro educativo? ¿O en el estudiante de los muchos ciclos de formación profesional que se dan en esta zona , la inmensa mayoría públicos y que desea mostrar su formación como escaparate para una futura oportunidad laboral?
No es el papel de la Educación Publica (o mejor dicho de algunos de sus interlocutores ) desmontar espacios sociales y culturales ya conquistados para negar una realidad que existe, aunque no guste. Si de lo que se trata es de reivindicar la educación pública ante el cada vez mayor incremento de su mercantilización, esta feria hubiera sido un gran escaparate para poner en valor un modelo frente a otro, no eliminar por las bravas unas jornadas que tan buen resultado han dado.
Y mientras tanto prosigue la cada vez mayor colaboración con entidades privadas a través de fundaciones, premios, proyectos y jornadas ; la asimilación de directrices y planteamientos normativos influenciados por organismos económicos (como la OCDE) están muy presentes; el uso de plataformas digitales privadas no se discute… y todo esto pasa en la pública dónde muchos echamos de menos una mínima capacidad reflexiva y reivindicativa de la mayor parte de sus miembros para protegerla, para que no deje de ser lo que era y no pierda la función social para lo que fue creada hace mas de dos siglos .Quizá debamos empezar por ahí, en la práctica diaria y de puertas a dentro.
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