27 DE ENERO, NUNCA MÁS EN NINGÚN LUGAR CONTRA NADIE
El 27 de enero es el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto, proclamado en 2005 por la UNESCO, en homenaje a la liberación en 1945 por las tropas aliadas del campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau.
Se rinde tributo a la memoria de las víctimas del Holocausto y es un día para rememorar y alentar el compromiso en la lucha contra el racismo y con toda otra forma de intolerancia que pueda conducir a actos violentos contra determinados grupos humanos por razón de su etnia, color de piel, orientación sexual, creencias religiosas o políticas, incluidas las de aquellas personas que lucharon por la defensa de los derechos humanos y los valores democráticos.
El Holocausto supuso la persecución y aniquilación sistemática de los judíos europeos (seis millones fueron asesinados) por parte de la Alemania nazi y de sus colaboradores, entre 1933 y 1945, así como de otras personas que no se ajustaban a la demencial teoría fascista sobre la supuesta supremacía de la raza aria, que abría la puerta a la implantación de leyes raciales y al paroxismo extremo de la aniquilación y el genocidio en los campos de exterminio nazis de discapacitados físicos y mentales, gitanos, homosexuales, prisioneros de guerra y antifascistas de todas las edades y condición social.
Entre ellos, cerca de 10.000 españoles fueron víctimas del horror en los campos de concentración y exterminio. Sólo en la provincia de Córdoba se han contabilizado al menos 352 hombres, mujeres y adolescentes, y en Jaén, los archivos atestiguan el horror que sufrieron 221 jienenses en los campos nazis, especialmente en el complejo de Mauthausen y toda la red de subcampos de concentración nazis como en Buchenwald, Dachau, Flossenbürg, Struthof-Natzweiler, Neuengamme, Sachsenhausen, Gross-Rosen, Mittelbau-Dora y Ravensbrück.
Los genocidios y otros crímenes atroces siguen ocurriendo en demasiadas regiones del mundo ante la impotencia de buena parte de la población mundial que presencia perpleja la inacción de sus gobiernos o la tibia amonestación de organizaciones mundiales que trabajan por la paz y la cooperación. Asistimos con estupor a la llegada del primer presidente de Estados Unidos condenado por delitos probados y de una corte de oligarcas de nueva generación que se jactan de su ideario fascista y que priman el beneficio económico sobre los derechos humanos, sin importar la quiebra de las reglas democráticas o la puesta en marcha de soluciones extremas para conseguir sus objetivos. Por esta razón, hacemos una llamada a la sociedad civil y a las administraciones públicas para abordar con urgencia una profunda reflexión que movilice a la sociedad para hacer frente al abismo al que nos conducen estas derivas despóticas y arbitrarias.
La invasión rusa de Ucrania, el conflicto israelí-palestino con el ataque indiscriminado a la población civil, la guerra civil sudanesa, los conflictos en Siria, Irak, Yemen, Sudán o República Centroafricana y los enfrentamientos armados en Somalia o Nigeria, entre otros, están siendo un terreno propicio para los abusos y el incumplimiento de los derechos humanos por las partes implicadas. No sólo conllevan el asesinato de la población civil sino también grandes olas de desplazados internos y de solicitudes de asilo y refugio.
La pérdida de derechos humanos está afectando sobre todo a mujeres, niños y ancianos mientras ganan terreno mensajes de odio y racismo entre determinadas capas de la población y se normalizan en la esfera pública actos abiertamente violentos por parte de la ultraderecha, que no pueden dejarnos indiferentes.
Por esta razón, desde la Asociación Triángulo Azul Stolpersteine de Córdoba y Jaén queremos rendir homenaje a todas las víctimas del Holocausto, que lo dieron todo por salvaguardar valores y derechos universales, que nos dejaron un legado cívico y democrático que es necesario rescatar y difundir, y en especial, queremos honrar la memoria de los cordobeses y jienenses, así como la de sus familias, que sufrieron el horror del nazismo y el franquismo y de aquellas personas que hoy en día sufren totalitarismos y represión de Estados que coartan libertades y provocan guerras.
La memoria del horror del franquismo y el nazismo debe servirnos para recordar hasta dónde puede llegar la capacidad humana para hacer el mal, pero, ante todo, es un día para recordar que la defensa de la democracia es un compromiso necesario de todo ciudadano que proyecte un futuro de convivencia basado en la democracia, la libertad, la justicia, la paz y pretenda una vida digna al resguardo y protección de los derechos humanos.
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