Miedo a un presente que no nos gusta nada, un presente en el que prima el ciberespacio al espacio que se abre en las calles de cualquiera de nuestras ciudades, en el que nos inventamos vidas de otros/otras para olvidarnos de que lo mismo mañana somos nosotros/nosotras los que engrosamos la cola del paro, o lo son nuestros hijos e hijas o cualquier colega, otro más; miedo a un presente en el que el estado de derecho, que tan claro lo teníamos, sigue siendo estado pero menos derecho, y a ver quién endereza ahora lo maltrecho del desvío. Miedo a un futuro gris oscuro, como el cielo en tardes de tormenta, un futuro que es mañana o el próximo minuto y en el que la incertidumbre pesa tánto-tánto que a duras penas podemos cargar con ella. Y nos creemos que estamos solos y que solo tenemos dos manos frente a los tentáculos enormes del poder que se esconde en la sombra: ese poder que nunca pierde, el poder que se llama de formas tan diversas como Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Sistema Financiero Internacional, Comunidad Internacional…demasiados nombres para decir aquello que domina el mundo con sus gobiernos ricos, pobres y empobrecidos, capitalismo depredador, en definitiva.
Nos creemos que estamos solos y se nos olvida que todos podemos ser Will Kane, seguir teniendo miedo, vale, pero evitar que nos paralice. ACTUAR. Se trata de valor en definitiva. El valor está muy sobrevalorado, valga la redundancia, y a fin de cuentas no va más allá de asumir una situación e intentar cambiarla si sabemos que es injusta. El valor es hacer desde el convencimiento, es cargar el revolver de palabras precisas, el valor es decir hasta aquí hemos llegado, el valor es resistir, RE-SIS-TIR.
Y eso dijeron un grupo de mujeres de Paraguay, que han estado estos días visitando nuestro país y en concreto la ciudad de Córdoba. Son mujeres residentes en el Bañado Sur, uno de los arrabales de asunción, uno de esos arrabales de los que todo el mundo se quiere olvidar, porque están cargados de pobreza y pobreza extrema, de miseria y de violencias en todas las versiones imaginables. Pero también están cuajados de gente honesta, solidaria, trabajadora, comprometida y creativa.
Mujeres estas que optaron por quemar el miedo y sostienen a sus hijas e hijos, a sus nietas y nietos, sostienen al territorio. Mujeres cargadas de valor que un día decidieron que ya estaba bien de ser abusadas y convirtieron en arte y en belleza lo que encontraban en el basurero de CATEURA, el mayor que tiene Paraguay a cielo abierto y del que sobrevivían desde que tienen memoria. Han venido a presentar, en una gira por varios países europeos, una extraordinaria colección de joyas realizadas con material de desecho que extraen del basurero y que ellas convierten, tras un laborioso proceso, en collares, pulseras, pendientes y objetos domésticos de uso y decoración. En este camino han contado con el apoyo incondicional de la asociación local Mil Solidarios, pionera en los procesos de desarrollo que se operan en le barrio, acompañadas por ONGD internacionales, como es el caso de Mujeres en Zona de Conflicto (MZC) Librada, Cynthia, Sara, Nimia, Sabina, Alicia, Stella, Tomasa, Janine, Gabriela, el valor que le habéis echado a la vida os ha permitido transformar vuestra realidad y la de vuestras familias, y poner en el mapa el Bañado Sur, desnudo de estereotipos, cargado de dignidad.
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