La trágica muerte de un lince atropellado en la autovía A7 en las cercanías del PITA, demuestra la necesidad de arbitrar corredores ecológicos efectivos, entre los distintos espacios naturales de Andalucía y la inviabilidad de proteger especies silvestres mientras se fragmenta el territorio con infraestructuras, mares de plástico y urbanizaciones.
Para Ecologistas en Acción ha quedado demostrado que la movilidad de los linces es, como ya se sabía, muy amplia y, con buenas condiciones, pueden llegar a recuperar hábitats perdidos en el pasado por todo el territorio andaluz. El lince muerto, posiblemente nacido en cautividad, ha recorrido grandes distancias desde que fuera puesto en libertad.
También queda demostrada para el colectivo ecologista la funcionalidad y la importancia de la red de corredores ecológicos que forman las Zonas de Especial Conservación (Z.E.C.), declaradas por la Unión Europea, e incluidas en la Red Natura 2000; una red muy maltratada, especialmente en Almería.
La llegada de linces a la provincia de Almería no hubiera sido posible, sin la existencia de estos espacios protegidos. Concretamente la Z.E.C. “Ramblas de Gérgal, Tabernas y Sur de Sierra Alhamilla” sirve de unión entre cuatro espacios de gran importancia ecológica, como son Sierra Nevada, Tabernas, Sierra Alhamilla y Cabo de Gata. Sin esta Z.E.C. la unión de estos 4 espacios habría desaparecido hace tiempo ya bajo los plásticos.
De hecho, hace ahora 2 años que el Tribunal Supremo dio carpetazo definitivo a un proyecto de destrucción del corredor ecológico mencionado. Más de 1.000 hectáreas en el centro de la Z.E.C., muy cerca de la zona donde murió el lince, iban a ser convertidas en invernaderos y frutales de hueso. Las alegaciones de Ecologistas en Acción consiguieron parar este gigantesco proyecto de transformación y destrucción de este importante corredor ecológico.
En la actualidad, proyectos de huertos solares planean sobre la misma zona que la Junta de Andalucía debería blindar y proteger definitivamente. Permitir la transformación de esta zona, supondría destruir el único nexo entre Cabo de Gata y Sierra Nevada.
La muerte de este lince demuestra también que la transición entre zonas protegidas y zonas desprotegidas es muy dura y no cuenta con las medidas necesarias para que los animales puedan transitar sin peligro para ellos, ni para las personas. No son infrecuentes en esta autovía las colisiones con otros animales salvajes, como zorros, cabras monteses o jabalíes, por lo que es necesaria la creación de más y mejores pasos para la fauna, sobre todo donde la autovía corta o toca zonas protegidas.
Es posible y probable que la llegada de linces a Almería se repita en el futuro por lo que desde la administración y la ciudadanía se debe proteger a esta especie emblemática de Andalucía y que cuenta con el dudoso honor de ser el felino más amenazado del mundo.
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