El Centro del Profesorado de Córdoba acogió en el día de ayer el acto que puede haber sentado las bases de un proyecto que ha supuesto, supone y supondrá un antes y un después en la vida de muchas víctimas de la represión franquista en Córdoba.
La apertura del acto, convocado por la Asociación ‘Dejadnos Llorar’ y celebrado desde las 19.00 horas de un viernes lluvioso e inestable, corrió de la mano de Antonio Deza, presidente de la asociación organizadora de la comparecencia, quien, tras un breve repaso de su historia personal, después de dedicar unas palabras a las víctimas y con la ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía de fondo, dio continuidad al discurso con las sucesivas intervenciones protocolarias de las personalidades políticas que quisieron respaldar el evento con su asistencia.
Hechas las presentaciones, fueron Juan Manuel Guijo, Elena Vera y Rafael Espino, responsables de la ponencia del informe de localización de las fosas de los cementerios de San Rafael y de la Salud elaborado, en suma, con la inestimable colaboración de Julio Guijarro, Jesús Román y Fernando Sígler, componentes también del equipo técnico, quienes pusieron sobre la mesa las conclusiones de todo el trabajo documental y de investigación que ha esbozado el trazo central de la ruta a seguir para alcanzar el sueño de encontrar, más pronto que tarde, los restos de tantas personas que el golpe de estado y la dictadura franquista se llevó por delante.
Con la contundente premisa de evitar arrojar falsas esperanzas sobre el entendimiento de familiares y víctimas, con la incertidumbre en el horizonte de la contingencia del apoyo institucional que garantice la continuidad temporal del proyecto, pero con la firme determinación de que los resultados positivos están cada vez más cerca, el equipo técnico, en el uso de la palabra ante las preguntas de los familiares, víctimas y ciudadanos asistentes al acto, aclararon que existen, perfectamente delimitadas, ciertas zonas, fundamentalmente del cementerio de la Salud, sobre las que se podría empezar a trabajar, literalmente, “mañana mismo”, obteniendo resultados inminentes, siempre poniendo en valor la parte intuitiva de un proyecto que no ha podido trabajar aún sobre el terreno y que se sustenta, de momento, en evidencias documentales e históricas que han sido recogidas con desbordante minuciosidad y rigor.
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