La palabra «ciencia» guarda dos acepciones internas fuertes. Por un lado se refiere a un conjunto de conocimientos y contenidos organizados y sistemáticos, por otro, se refiere justo a ese mismo método de obtención.
Sus capacidades son tal altas y profundas que sus resultados cambian de forma radical el mundo que los cobijaba, la humanidad no es igual desde Eratóstenes, ni desde Hipatia, ni desde Galileo, ni desde Florence Nightingale, ni desde Albert Einstein, Severo Ochoa o los y las actuales grupos de investigación que pasamos a enumerar en este «top ten», sin ninguna clase de referencia al popular anuario que hace la publicación «Nature», nadita nadita que ver.
Enero 2022: varios medios se hacían eco de la investigación del Hospital de Navarra que señalaba que se podían «hackear» las células tumorales del cáncer de mama, para que, tras su tratamiento, no se volviesen a reproducir de forma descontrolada. El cáncer, enfermedad multifactorial y principal causa de muerte en el mundo occidental verá en 2022 como varias investigaciones comienzan a detectar en el mapeado molecular de las células cuáles son los puntos negros de las carreteras químicas que promueven el cáncer.
Febrero 2022: la parálisis encontraba una nueva solución en la aplicación de la electrónica para «puentear» al sistema nervioso periférico. Un tratamiento experimental en varios pacientes, entre ellos Michael Roncatti, permitía a una persona con la médula espinal seccionada recuperar la movilidad en extremidades perdidas en un tratamiento que combinaba tratamientos de fisioterapia, electrónica y cirugía reconstructiva. La investigación sigue su curso.
Marzo 2022: el James Webb nos mandaba sus primeras fotos desde el espacio, para regocijo de la comunidad científica y de toda la población, la misión conjunta que orbita la Tierra para cartografiar mejor el espacio, empezaba a dar sus frutos, el espacio se hace más pequeño.
Abril 2022: el cáncer de próstata parece tener correlación con la presencia de bacterias en la orina, y un test sencillo de orina permitiría poder establecer la aparición de esta enfermedad en sus estadíos más preliminares, mejorando la vida de la población afectada. El cáncer y las relaciones con microorganismos empiezan a manifestar sus relaciones.
Mayo 2022: éramos pocos… y apareció la Viruela del Mono, una nueva infección vírica que cundió las alarmas a nivel mundial, pero que fue atajada y contrarrestada con mayor celeridad que la COVID-19, siendo una infección de rápida extensión.
Junio 2022: la siempre interesantísima zoología nos volvía a sorprender con la captura de una manta raya en Camboya de más de 300 kilogramos. Un descubrimiento más en el campo de la clasificación de los peces, dado que el tamaño de los mismos es un indicativo de que el ecosistema es propicio para su desarrollo, un ecosistema con más variedad de seres vivos y de mayor tamaño, implica una correlación directa en la calidad del mismo ambiente.
Julio 2022: en mitad de la ola de calor más terrible en mucho tiempo, desde el espacio exterior nos llegaban emisiones de radio de esas de las de programa nocturno de domingo en televisiones generalistas. La señal, aunque distante muestra un patrón de repetición, lo que normalmente cuadra con los estudios de púlsares y quásares, estrellas cuyas reacción físico-químicas o patrón de movimiento les hacen parecer «centellear».
Agosto 2022: que no se diga que las Humanidades no nos gustan, el idioma Elamita, está descifrado al 95% según un equipo de investigadores Alemanes. Este idioma, mayormente registrado en piedra en el sur de Irán, sólo acumula 40 vestigios que hayan llegado hasta nuestros días, una cultura datada en una época aproximada de hace 4000 años, lo que supondría una de las primeras lenguas de la humanidad registradas como el cuneiforme que da comienzo a la Historia.
Septiembre 2022: la investigación espacial se está internacionalizando, y un equipo de investigadores e investigadoras chinos parecen haber encontrado vestigios geológicos en Marte que reflejan la presencia de aguas y de cauces de escorrentía hace miles de años. Nuestro planeta hermano parece que lleva teniendo sed mucho tiempo. (Sí, es un chiste digno de Matías Prats).
Octubre 2022: una investigación de Nature señalaba que los últimos modelos predictivos de la subida del nivel del mar se sitúan en los 27 centímetros de altura. Una nueva vista matemática al problema y emergencia que el cambio climático supone.
Noviembre 2022: Svante Päabo nos daba a los de las ramas de biológicas una gran noticia con su Nobel en Fisiología y Medicina, todo un marchamo de calidad a la investigación histórico-genética de un investigador cuyo equipo nos ha conectado más que nunca entre las ramas del gran árbol de la vida. No te pierdas nuestro artículo monográfico.
Diciembre 2022: la fusión nuclear da un paso de gigante dentro de un dispositivo del tamaño de una canica.
La noticia provocaba una gran controversia, porque, de nuevo, algunos sectores de la prensa lanzaban las campanas al vuelo de forma demasiado entusiasta al tratar el desarrollo de un aplicación de fusión atómica como si fuese una implementación industrial que fuese a suponer una fuente de energía que compitiese con el gas ruso, redujese las faltas de la energía renovable o no obligase a usar la fisión nuclear. Pero no. Aún no estamos tan cerca de su adaptación industrial, pero sí estamos más seguros del camino a seguir para que la fusión de átomos nos dé la energía que impulse el futuro.
12 meses, 12 investigaciones, 12 nuevos avances en campos muy diferentes, la Ciencia ya sea método, ya sea conocimiento, nos sigue fascinando y alcanzando lugares donde nadie ha llegado antes.
Paz y vida próspera en 2023, ¡engage!
Gracias por este resumen breve y sustancioso.