USTEA recalca que además del incumplimiento sistemático de la Ley de Bioclimatización aprobada hace cinco años (solo un 6,14% de los centros públicos andaluces cuenta con climatización adiabática), la Junta ha trasladado la responsabilidad del mantenimiento de los equipos a los propios centros. Estos deben contratar a empresas certificadas sin recibir una partida presupuestaria adicional para ello, lo que resulta inasumible para la mayoría.
A través de una encuesta promovida por este sindicato, se han recogido multitud de denuncias en todo el territorio andaluz que reflejan una realidad repetida y generalizada: centros sin climatización efectiva, instalaciones que no funcionan o no se activan, ventiladores insuficientes, toldos improvisados o aulas que superan los 30 grados desde primeras horas de la mañana. Como consecuencia, alumnado, profesorado y personal laboral de los centros educativos están siendo sometidos a un nivel de estrés térmico innecesario.
Entre los testimonios recogidos destacan los casos del IES Maimónides (Córdoba capital): “hay máquinas, aunque no en todas las aulas, algunas no funcionan y no saben cuándo se revisarán”. IES Juan de la Cierva (Puente Genil): “la instalación existe, pero está pendiente de revisión. Hay zonas del centro donde no se puede dar clase por el calor». CEIP Ramón y Cajal (El Carpio): «hay instalación, pero no se ha hecho el mantenimiento necesario que se solicitó en noviembre». IES Aljanadic (Posadas): “hay máquinas, pero muchas están averiadas o no tienen mantenimiento. El aire no llega a todas las aulas«. IES Florencio Pintado (Peñarroya): “al no tener presupuesto para el mantenimiento de la climatización adiabática, estamos sin aire en la mayoría de las aulas”. CEIP Al-Ándalus (Córdoba): “hay instalación de bioclimatizacion, pero por avería de alguna máquina no funciona en varias aulas”. CEIP Poeta Molleja (Villa del Río): “Solo hay ventiladores en las aulas y máquinas de manera puntual”. CEIP Eduardo Lucena (Córdoba): “el CEIP cuenta con tres máquinas de bioclimatización y solo funcionan dos”. Por último, el testimonio ofrecido por el CEIP Mediterráneo (Córdoba): “hay instalación de bioclimatización que no funciona, las clases no bajan de 30º”.
Desde USTEA reiteran que las exposiciones continuadas a altas temperaturas suponen un riesgo para la salud física y mental del personal y del alumnado. “Las respuestas de la administración son, como cada año, parches tardíos e ineficaces. Como permitir la reducción de la jornada lectiva a partir de las 12:00 horas”, explican. Esta medida, lejos de solucionar el problema, vulnera el derecho a la educación del alumnado de las zonas más afectadas y sigue dejando al profesorado y a parte del alumnado expuestos a temperaturas que superan ampliamente los límites recomendados por los expertos en salud laboral, denuncian desde el sindicato.
Desde USTEA exigen el cumplimiento inmediato y efectivo de la Ley de Bioclimatización, una dotación presupuestaria específica para el mantenimiento de equipos de climatización ya instalados, la integración de los Comités de Seguridad y Salud Docentes en las decisiones que afectan a los centros, un plan de auditorías térmicas urgentes y públicas en los centros educativos de la provincia con un cronograma público de actuaciones en los centros más afectados y el reconocimiento del estrés térmico como riesgo laboral.
Por todo ello, animan a los centros cordobeses a seguir denunciando estas situaciones y a presentar comunicaciones de riesgo térmico ante la UPRL porque no van a parar hasta que se garantice un entorno educativo digno y saludable.
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