Los 23 trabajadores despedidos de forma indecente por Suministros Técnicos del Sur durante la pandemia siguen luchando por recuperar sus empleos y denunciando a la empresa que, además de obligarles a coger las vacaciones nada más decretarse el estado de alarma, les anunció sus despidos por correo electrónico y aduciendo «abuso de confianza» como motivo. Hay que recordar que el gobierno prohibió los despidos por la pandemia durante el estado de alarma, pero la empresa no ha tenido el más mínimo reparo en acusarles de cualquier otra cosa para hacer efectiva la ruptura del contrato laboral. A partir de ahora, los trabajadores tendrán que esperar años a que sus despidos sean estudiados por la justicia quien, dadas las leyes laborales vigentes tras la reforma laboral de 2012, podrán declarar el despido nulo (en cuyo caso tendrían que reintegrar a sus puestos de trabajo a los despedidos) o improcedente, en cuyo caso es la empresa quien elige si readmitir o indemnizar con una miseria a los trabajadores. Esta reforma laboral es la que desde sindicatos y movimientos sociales se está presionando para que el gobierno cumpla su programa y su palabra y la derogue inmediatamente. De hecho, desde muchos sectores sindicales ya se consideró que la prohibición de despedir durante la pandemia por el motivo de ésta era un canto al sol, ya que las empresas podrían acogerse a cualquier otro motivo para ello, como ha quedado demostrado con Suministros Técnicos del Sur.
Tres nóminas, pagarés con valor de hasta 15.000€ que cuando son presentados a pago son rechazados por el banco, amenazas para poder organizarse sindicalmente, horarios no ajustados a convenio, y un largo etcétera son las lindezas que estos trabajadores han tenido que soportar durante años ante la advertencia continuada de la empresa de que «la situación no era buena». Si algo han demostrado los trabajadores de STS durante años ha sido buena voluntad, y si alguien ha abusado de su confianza y su buena predisposición, esa ha sido la empresa. El 31 de marzo, sin embargo, la forma de pagarles por esa actitud comprensiva y benevolente antes los impagos de sus nóminas, es despedirlos acusándoles de lo que, precisamente, ha derrochado esta plantilla: buena voluntad y exceso de confianza.
A continuación os dejamos una galería de fotos de la acción de ayer y algún vídeo de la concentración al final de la caravana.
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