La descarga en el Puerto de Sevilla del material contaminante contiene sustancias peligrosas con código de la Lista Europea de Residuos (LER) número 12 01 06* y código A1020, según el Convenio de Basilea, que regula el transporte de residuos peligrosos entre países, con presencia de antimonio, berilio, cadmio, plomo, selenio y teluro, y otras LER 17 05 03*, a las que en el Convenio de Basilea les corresponde el código A3180, es decir, sustancias contaminadas con bifenilo policlorado (PCB), terfenilo policlorado (PCT), naftaleno policlorado (PCN) o bifenilo polibromado (PBB).

La cantidad a granel de 7.500 toneladas será descargada durante varios días, en tandas superiores a 500 toneladas al día, por lo que nos encontramos ante una actividad de manipulación calificada como potencialmente contaminadora de la atmósfera en el epígrafe 04 02 10 50 del Anexo IV de la Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera, (este Anexo ha sido actualizado mediante el Real Decreto 100/2011, de 28 de enero, por el que se actualiza el catálogo de actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera y se establecen las disposiciones básicas para su aplicación).

Este epígrafe está definido como “Almacenamiento u operaciones de manipulación, mezclado, separación, clasificación, transporte o reducción de tamaño de materiales sólidos pulverulentos en la industria del hierro, del acero, coquerías, instalaciones industriales, puertos o centros logísticos, con capacidad de manipulación de estos materiales igual o superior a 500 toneladas/día.

En principio serían residuos de categoría B, pero dada que la actividad de manipulación (descarga y carga en camiones) se produce a menos de 500 metros de la Red Natura 2000 (ES6150019 Bajo Guadalquivir), puede ser considerada de categoría A, a lo que suma la cercanía de distintos barrios de Sevilla como Bermejales, Heliópolis o la Avenida de Reina Mercedes donde está situado el Campus universitario.

En cualquier caso, esa actividad necesita de Autorización de Emisiones a la Atmósfera (AEA) en virtud de lo establecido en el artículo 56 de la Ley 7/2007, de 9 de julio, de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental, y no nos contas que la hayan obtenido.

La denuncia presentada por Ecologistas en Acción también se hace eco de una información proporcionada por personal portuario en la que se comunica:

“El material se está tirando al suelo. Los portuarios no quieren trabajar en la limpieza de dicho buque porque no están informados sobre q residuos tóxicos tratan y no están instruidos. La mercancía viene a granel. En esa zona se hace habitualmente la descarga de buques de cereal para consumo animal y algún buque de arroz de la firma Herba. Las lona no están bien puestas y cae mercancía al río. Hace viento y se extiende“

Por todo ello Ecologistas en Acción ha presentado denuncia antes el SEPRONA por la descarga y carga del material contaminante descrito en el Muelle del V Centenario del Puerto de Sevilla, sin contar con la obligatoria autorización de emisiones a la atmósfera.

La denuncia insta a que se adopten las medidas cautelares urgentes y necesarias para impedir, en su caso, la manipulación de las sustancias contaminantes de la atmósfera, sin su eventual autorización de emisiones a la atmósfera y sin que se produzca contaminación cruzada con el cereal o cualquier otro producto alimenticio que se descargue en el mismo muelle.

Ecologistas en Acción pedirá a su vez, a la Junta de Andalucía y al Puerto de Sevilla que se haga un seguimiento y vigilancia de la calidad del aire en estas zonas, tanto dentro del propio puerto como en las zonas donde hay población. Además pedirá al Ministerio de Fomento, responsable de las distintas Autoridades Portuarias andaluzas, la declaración de los puertos andaluces como “Puertos Verdes” que supongan un compromiso con la sostenibilidad ambiental. En este ámbito destaca la creación de espacios y barreras arbóreas en las zonas de transición entre la ciudad y el puerto, dando lugar a un entorno más amable, verde y ecológico para la ciudad, la construcción de instalaciones de energías renovables, junto al aumento de la eficiencia energética, para reducir el uso de combustibles fósiles, y en consecuencia, la disminución de nuestra huella de carbono y por supuesto, la prohibición de la entrada y gestión de residuos peligrosos.

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