La palabra FAKE está muy de moda desde hace unos años por el término fakenews (noticias falsas). Literalmente FAKE quiere decir FALSO, en castellano sería lo que llamamos BULOS. Pero realmente el adjetivo FAKE se suele referir, por un lado, a información que aparentemente es cierta pero no lo es; y por otro a información que, aunque CIERTA, está incompleta, o descontextualizada, de forma intencionada, para manipular las conclusiones. Es decir, un BULO es algo directamente falso o información manipulada de alguna forma.
Aunque ha habido BULOS en todos los ámbitos y en toda la historia de la humanidad, el uso y acceso a las redes sociales de un grupo de personas cada vez mayor y más diverso (más de un 60 % de la población del mundo, según la UIT-ONU), ha hecho que sea mucho más fácil CREAR y CREER este tipo de noticias. Como una especie de virus, los bulos han ido penetrando en todos los campos, desde los más cotidianos, a los más científicos.
Pero… ¿y qué pasa con las MATEMÁTICAS? Las Matemáticas han sido durante mucho tiempo las únicas llamadas CIENCIAS EXACTAS y, aunque a nivel académico hoy en día se considera que ninguna CIENCIA escapa a un cierto margen de incertidumbre y límite (incompletitud, teoría del caos, probabilidad, etc.), la RAE sigue manteniendo esta concepción. También en el ámbito popular se sigue aceptando esta relación de las Matemáticas con la exactitud y la pureza. Podría parecer entonces que las Matemáticas son menos susceptibles de ser afectadas por los FAKES. Pues no, precisamente al contrario. Este carácter de exactitud que le han dado a las Matemáticas, junto con la generalizada <<dificultad de comprensión>> de esta disciplina (las causas de esto, para otro día), han hecho que se CREA en ellas <<a pies juntillas>>, lo que las convierte en una herramienta perfecta de manipulación informativa, sobre todo para presentar la información de forma parcial.
Y no me refiero solo a burdas manipulaciones, como se ha visto a veces con el cambio de la escala de las GRÁFICAS. Esto sucede, por ejemplo, en la imagen siguiente, emitida en el RTVE en 2014, en la que el dato final de 2014 aparece casi a la misma altura que el de 2009, siendo este menor (lo marcado en verde).
Veamos otro tipo de ejemplo. En primer lugar, supongamos dos pueblos A y B. En A la mitad de la población cobra 200 € y la otra mitad 800 €, lo que daría como resultado una MEDIA de salario de 500 €. En B, todos los habitantes cobran 500 €, con lo que igualmente la MEDIA sería de 500 €. Si una noticia nos dice que en ambas poblaciones el salario medio es de 500 €, que es cierto, nos podría parecer que en ambas se da socialmente la misma situación, lo cual obviamente no es así. Esto es porque faltaría calcular otro parámetro, una medida de dispersión como la VARIANZA, que nos diría cómo de lejos están los datos de esa media. Es decir, en B la varianza es 0, ya que la situación del pueblo es igualitaria, mientras que en A saldría una varianza alta, que reflejaría la situación de alta desigualdad (unos cobran mucho y otros poco).
Otra de las estrategias de manipulación es la de dar los datos de forma absoluta en lugar darlos de forma relativa, o a la inversa, según les interese a los poderes que los emitan (medios de comunicación, políticos, empresas, etc). En 2015 España (Rajoy) se comprometió a acoger a 17.337 personas refugiadas (de guerra, de las otras que ha habido y sigue habiendo), de acuerdo con el programa de reubicaciones de refugiados impulsado por la Unión Europea. Este dato, que dado en absoluto se suele transmitir como <<avalancha, oleada, invasión>>, al ponerlo en términos relativos vemos que supone solo un 0,037 % de la población española. O, expresado de otra forma en la que se ve más claro, si se hubieran repartido entre los 8.131 municipios que tiene España, habría supuesto unas dos personas acogidas por municipio, algo totalmente asumible hasta en los pueblos más pequeños. Finalmente, la realidad fue que a fecha de 2018 solo se habían acogido 2.800 personas, lo que incumplía el compromiso adoptado con la UE y faltaba a los Derechos Humanos.
Por contra, cuando lo que interesa es ocultar los datos se suelen utilizar porcentajes (términos relativos) en lugar de términos absolutos. Sobre PORCENTAJES hay un <<chascarrillo>> curioso que cuenta el personaje representado por Federico Luppi en la muy recomendable película La habitación de Fermat. Vendría a decir, que <<si el 26 % de los fallecidos en accidentes de tráfico no llevaban puesto el cinturón de seguridad ¡entonces es peor usarlo, ya que un 74 % de los fallecidos llevaba el cinturón puesto!>>. Sobra decir que no es así, pero nos hace pensar que quizá sería mejor decir: <<El cinturón de seguridad reduce los fallecimientos en un 66 % en las mismas circunstancias>>.
También es muy frecuente saltarse los postulados de la lógica proposicional: <<El feminismo lucha contra el machismo>> + <<Muchos hombres son machistas>> = <<El feminismo lucha contra los hombres>>. ERROR, no solo, obviamente, de concepto (ante la duda, leer más sobre feminismo), sino también de razonamiento LÓGICO, una vez más, de manera intencionada.
Sobre los errores en la aplicación de la lógica hay muchísimos más casos, como el de las generalizaciones. Por ejemplo, si alguien dice: <<los gitanos son unos ladrones>>, no puede argumentarlo poniendo algunos ejemplos de gitanos que lo sean, sino que tendría que demostrar que TODOS, uno a uno, lo son. Y sin embargo sí podemos refutar tal generalización solo con poner un ejemplo de una persona gitana que no tenga dicha conducta. A esto se le llama contraejemplo. Mil ejemplos no validan una afirmación pero un contraejemplo es suficiente para negarla.
¿Todo esto quiere decir que no hay que fiarse de nada? No, la desconfianza crea las grietas por las que entran los BULOS. Es como una paradoja, dejar de creer hace que creamos cualquier cosa.
¿Quiere decir que tenemos que saber y estudiar en profundidad todos los campos? No, eso es imposible. Nuestro tiempo y capacidades son limitados.
Entonces ¿qué hacemos para solucionar esto? Ni idea… Pero podemos pensar en algunas cosas que no vienen mal. Por un lado, fomentar nuestro pensamiento crítico: consultar fuentes expertas en cada tema, contrastar la información, etc. Pero por otro lado, quizá la manera de combatir los BULOS sea formar parte y acercarnos a los temas que más influyen en nuestra vida: política, economía, diversidades, etc. Al VIVIR las cosas, al conocerlas de cerca, las entendemos mejor y es más difícil que nos engañen. Por mi parte, espero haber conseguido acercaros un poco más el mundo de las MATES que, creedme, ¡son hasta bonitas!
(*) Correctora del texto: Azahara Puerto Moyano. https://es.linkedin.com/in/azaharapmoyano
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