El colectivo medioambientalista ha informado que desde la Junta de Andalucía se apoya la inclusión de la modalidad de caza de la perdiz con reclamo en el catálogo de Bienes de Interés Cultural (BIC) a propuesta de la Federación de Caza, en base a un informe encargado por ésta al equipo de investigadores del Departamento de Antropología Social de la Universidad de Sevilla.
La propuesta se está presentando en plenos de ayuntamientos andaluces. Para Ecologistas en Acción «no cabe duda que estamos ante una modalidad tradicional de caza, que se remonta siglos atrás y que ha dado lugar a prácticas dignas de estudio pero, que haya existido o se siga manteniendo, no implica que deba continuar si incumple, como es el caso, los estándares mínimos exigibles de bienestar animal«.
La práctica de la perdiz con reclamo, que se pretende elevar a BIC, se basa en mantener enjaulado un macho que, si cumple las expectativas del cazador, lo estará de por vida, y que en época de celo se colocará en el campo (en el pulpitillo) para que con su canto atraiga a otros machos o hembras, mientras el cazador permanece escondido a algunos metros (en el puesto) dispuesto a disparar sobre todo lo que se acerque. Es un tipo de caza que solo se puede ejercer en la época de celo y apareamiento de la especie, en enero y febrero, cuando las perdices del campo son atraídas por el reclamo que los pone a tiro para el cazador. El celo y la reproducción son dos momentos en los que se prohíbe expresamente la caza por cuestión de conservación pero también por cuestiones éticas, ya que esta modalidad priva al animal a batir el requisito mínimo de la huida.
Para Ecologistas en Acción, «eliminar ejemplares cuando van a realizar su reproducción es una práctica insostenible para la conservación de la especie. La jaula del reclamo tiene el espacio justo para que quepa, no puede dar ni un paso, lo que se puede considerar maltrato animal«.
Es precisamente esta prohibición y el cuestionamiento europeo a esta modalidad de caza lo que está detrás de este interés por parte de la Federación Andaluza de Caza para impulsar este tipo de declaraciones, con objeto de blindar la práctica en Andalucía.
Las poblaciones de perdiz roja están en declive en muchas zonas de Andalucía y necesitan políticas públicas de protección que lo eliminen, entre ellas, suelta por parte de cazadores de perdiz de granja, híbridas en muchos casos, que socaban la genética de la perdiz roja. Pero el principal factor de declive de la perdiz roja, está motivado por un tipo de agricultura intensiva, enfocada a la industrialización, con la eliminación progresiva de setos y linderos y un abuso generalizado de los agroquímicos. La perdiz roja, es una especie que cría en el suelo y por ello le afecta todo tipo de malas prácticas agrícolas que eliminan su habitad y su sustento, especialmente los insectos que precisan para sacar adelante a los pollos.
Ecologistas en Acción considera que «más nos valdría como sociedad apostar por un cambio de estas prácticas agrícolas dañinas y eliminar arcaicas tradiciones de maltrato animal para de verdad mantener relaciones con la naturaleza que respondan a la verdadera cultura. La caza de la perdiz con reclamo no es un bien para la conservación y la biodiversidad, comporta maltrato animal y por ello no es cultura. Ni bien ni cultura«.
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