La Red Sindical Universitaria de Andalucía (Red-us), único sindicato formado exclusivamente por profesores de la Universidad de Sevilla, ha emitido un comunicado a raíz de la intervención policial contra los estudiantes que protestaban por el Genocidio de Palestina. En él, exige la dimisión inmediata del Rector de la Universidad, Miguel Ángel Castro Arroyo.
A juicio de estos profesores, por primera vez en democracia, un Rector de la Universidad de Sevilla ha pedido a la policía que entre en el recinto universitario para disolver una protesta política. Y lo ha hecho, además, para silenciar a un grupo estudiantil preocupado por los derechos humanos que protestaba contra el asesinato de casi cuarenta mil personas en Palestina.
Esta decisión, que el profesorado entiende que es «de envergadura histórica y moral» les resulta difícil de entender y suponen que, «seguramente, ha influido el hecho de que este grupo de estudiantes exigiera al Rector que se sume a otras universidades españolas cancelando toda colaboración con universidades israelíes mientras siga el genocidio. Desviar la atención contra el estudiantado ayuda a ocultar su propia responsabilidad«.
También creen que es probable que haya influido la inmediata celebración de un acto para premiar a un antiguo Presidente del Gobierno (refiriéndose a Felipe González) «a quien el Rector parece deberle mucho y que podría quedar empañado por las protestas estudiantiles«, afirman.
«Sea cual sea el motivo inconfesable, como miembros de la Comunidad Universitaria nos resulta especialmente inaceptable el comunicado del Rector recibido en el día de hoy intentando justificar sus actos represivos«, denuncian, detallando frases incluidas en ese comunicado como «la acampada establecida en el jardín» y «la ocupación de nuestros espacios» del «Rectorado y nuestro Campus de Humanidades en las últimas semanas«.
En relación a dicho comunicado, Red-us señala, en primer lugar, que es un gesto indigno y manipulador ya que insinúa que no se trataba de estudiantes sino de «un grupo de personas«, lo cual, para el profesorado es falso. «La acampada y la ocupación han sido protagonizadas esencialmente por jóvenes estudiantes de nuestra Universidad sin perjuicio de que ocasionalmente hayan podido contar con el apoyo de otras personas. Son estudiantes, aunque el Rector no quiera reconocerlo«, sentencian.
En segundo lugar, Red-us critica el que en el comunicado del rector no se haga referencia a Palestina, sino a la «acampada«, como si el estudiantado hubiera hecho una acampada sin ningún motivo.
Y, en tercer lugar, Red-us entiende que el Rectorado se apropia de los espacios, atribuyendo la exclusividad de «su» edificio central, «su» Rectorado y «su» Campus de Humanidades, como si el estudiantado no fuera miembro de «su» Comunidad Universitaria.
Con este comunicado, Red-us entiende que «el Rector cruza todas las líneas rojas, asumiendo que el derecho a no ser molestado prevalece sobre el derecho a protestar, lo que sitúa al equipo rectoral en una línea de ultraderecha y fascista, donde la única opción es seguir adelante como si no pasara nada; este empuje ciego hacia delante ignora la mayor, que es el genocidio que Israel está cometiendo en Gaza, y la necesidad urgente e imperiosa de romper relaciones con las instituciones israelíes, a riesgo que la propia US pueda ser juzgada como cómplice en el delito de genocidio, que ahora estudia la Corte Internacional de Justicia«.
El Rector se muestra orgulloso de llamar a la policía nacional para que expulse de manera violenta a SUS estudiantes de «su» universidad, por un intento de ocupación, rompiendo la línea autonómica y democrática que esta institución siempre ha tenido.
Sin embargo, denuncian que «el Rector y su equipo abogan por una Universidad callada ante los crímenes de genocidio, y que sea, exclusivamente, una fábrica de títulos en la que el estudiantado no tiene más papel que obedecer pasivamente al profesorado y ser evaluado«. Y le acusan de mentir «cuando dice que reprime el ejercicio de las libertades ideológicas y de expresión y llama a la policía a interrumpir protestas estudiantiles «ante la responsabilidad ineludible de mantener el desarrollo de las actividades académicas programadas«. En este sentido, Red-us le contradice ante las decisiones tomadas por Castro Arroyo cerrado» los edificios de la Fábrica de Tabacos, impidiendo la celebración de exámenes y otras actividades académicas.
«Al Rector no le importan las actividades académicas, que tampoco se veían alteradas por las protestas. De hecho, cotidianamente este Rector ha entregado ese edificio (La Fábrica de Tabacos) a masas de turistas. Esto último, curiosamente, no le preocupa ni para el buen funcionamiento del uso académico del edificio ni por los desperfectos que este uso indiscriminado sí que produce en un Bien de Interés Cultural. Lo único que le preocupa es que un grupo de estudiantes se permitan protestar públicamente en «su» Universidad«, denuncian.
Por último, desde Red-us afirman que «un equipo rectoral así no tiene cabida en nuestra sociedad. La excelencia universitaria pasa por defender valores democráticos, de paz y solidaridad con los pueblos y no por criminalizar y reprimir violentamente a sus estudiantes. En definitiva, tenemos un Rector que nunca ha querido someterse a sufragio universal, represor hasta niveles que no se veían desde el franquismo, con un concepto patrimonial de la Universidad y que no da la talla para el cargo que ocupa«, exigiendo su inmediata dimisión.
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