La Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara quiere denunciar el desproporcionado y abusivo uso del casco, que está llegando a unos límites que sobrepasan con mucho la lógica utilización de esta zona de la ciudad.
La paciencia para muchas vecinas y vecinos del casco ha llegado a su límite y están proclamando en sus balcones y ventanas el hartazgo al que han llegado, no sólo por la sobreexplotación de bares y restaurantes, sino también porque durante los fines de semana son prisioneros de todo tipo de manifestaciones lúdicas o religiosas que hacen imposible mantener una vida normal.
Hay que destacar que prácticamente casi la totalidad de fines de semana de septiembre y octubre han estado plagados de procesiones, a lo que hay que unir festivales, conciertos, etcétera. Se trata de actividades organizadas en teoría para favorecer el turismo, pero que se convierten en demasiadas ocasiones en actividades favorecedoras de un desmesurado consumo de alcohol que conlleva el descontrol en una zona ya de por sí saturada de bares, tabernas, restaurantes y discotecas.
En estos eventos hay calles cortadas durante varias horas con la imposibilidad de entrar o salir del domicilio y de las cocheras, imposibilidad de aparcamiento en los sitios destinados a residentes ya que son ocupados, embotellamientos, suciedad y un largo etcétera que hacen que la vida un fin de semana en esta zona, que es Patrimonio de la Humanidad, sea imposible.
Pero hay más: asistimos estupefactos a las continuas manifestaciones en las que se proyectan nuevas procesiones y eventos, todo ello sin tener en cuenta en ningún momento las necesidades o inquietudes de las vecinas y vecinos que tienen que soportar los inconvenientes de estos eventos.
Por ello Al-Zahara exige al Ayuntamiento de Córdoba, responsable de autorizar el uso de la Vía Pública, que tome en consideración la situación de las vecinas y vecinos, y no actúe sólo en beneficio de una parte de la ciudadanía.
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