La junta directiva de la Federación de Asociaciones Vecinales Al-Zahara, que preside Antonio Toledano, reclama la participación de los representantes del movimiento vecinal en la futura discusión sobre la denominada “tasa turística”, ya implantada y consolidada largo tiempo en gran parte de países europeos y en otros puntos de España, después de conocerse que se han establecido contactos previos con las patronales de la hostelería andaluza para plantear cómo será ese debate que impulsan la Junta de Andalucía y, particularmente, la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), que preside el alcalde de Córdoba, José María Bellido.
Para Antonio Toledano, el foro de discusión de la tasa quedaría cojo sin contar “con esa tercera pata que, además de las administraciones y los empresarios, es la ciudadanía”, precisamente “los más perjudicados por el proceso de gentrificación” y los que más “sacrificados y damnificados por el impacto del turismo de masas”. Más aún, el presidente de la federación vecinal cree que para el debate deberá contarse con “un balance entre los ingresos y beneficios económicos” del actual modelo turístico claramente insostenible “y los costes que tiene para una ciudad, para el vecindario, teniendo en cuenta lo que esta actividad supone de incremento en el gasto de seguridad, limpieza, transporte, etcétera)«. Otro capítulo a tener en cuenta es “el perjuicio que una fuerte gentrificación y los intereses económicos sobredimensionados, consecuencias de la actual concepción de la explotación turística, también puede tener en el mercado inmobiliario y en el esfuerzo de una ciudad para conservar su patrimonio”.
El presidente de Al-Zahara considera que “el beneficio económico no puede estar por encima del beneficio social”, abogando por “buscar la equidad”. Al respecto, “si dejamos de lado los beneficios sociales, estaremos marginando a un vecindario que vive y sufre en las zonas más turísticas a cambio de unas ganancias para una pequeña parte de la sociedad que, sin embargo, no repercute en el bienestar de la mayoría”, puntualiza Toledano.
La directiva de la federación vecinal, además, también recordó recientemente que la tasa es solo una de las iniciativas que precisa la ciudad, y particularmente los barrios del Casco Histórico, junto a otras medidas como el control de las viviendas turísticas, todo ello para obtener “un turismo sostenible, patrimonial y cultural” que frene una situación “que se está volviendo cada vez más insostenible”, y para la que la propia tasa como medida paliativa “puede que llegue ya demasiado tarde”.
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