AREMEHISA intenta localizar y exhumar a una familia que fue fusilada en 1936. Los siete varones ejecutados eran conocidos como «los Carboneros» originarios de Casariche ( Sevilla).
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar (AREMEHISA) iniciará el próximo sábado día 18 de mayo los trabajos para localizar una fosa común del cementerio de Guadalcázar en la que se encontrarían los restos de 7 varones, todos ellos pertenecientes a la familia conocida como «los Carboneros». En concreto se buscan los cuerpos de Manuel Torres Herrera, Manuel Galindo Moriana, Manuel Torres Romero, Juan Antonio Marín Sojo, Antonio Marín Lomares, conocido como «Marcelino»; José Rodríguez Gil y su hijo José Rodríguez, naturales de Casariche y residentes en Fernán Núñez, todos ellos asesinados el día 16 de Septiembre de 1936. El equipo estará dirigido por la arqueóloga Virginia Barea Pareja.
En 1929 esta familia había llegado a un acuerdo con el dueño del Cortijo Villafranquilla para desmontar las tierras de monte y trabajarlas durante varios años en arrendamiento. Entre 1931 y 1936 las leyes republicanas paralizaron el desahucio al que se iban a ver sometidos, circunstancia que molestó al dueño de las tierras. Los colonos, ayudados por la Asociación Española de Agricultores, Arrendatarios, Aparceros y Medianeros de la Tierra, pleitearon en los juzgados y en la Audiencia Provincial de Córdoba, ganando la contienda legal y evitando el desalojo. El estallido de la guerra les sorprendió trabajando en el cortijo. Según algunos testimonios y libros sobre la Guerra Civil, el 16 de septiembre por la mañana varios guardias civiles y falangistas los detuvieron y se los llevaron. Al día siguiente algunos familiares y conocidos se acercaron a Guadalcázar, pero la masacre ya se había consumado en el interior del cementerio. Solo logró salvar su vida Antonio Marín que, herido, se hizo el muerto y después huyó, saltando la tapia.
La excavación comenzará en los espacios que ha marcado el georadar como sospechosos de poder alojar un espacio de enterramiento donde podrían encontrarse los cuerpos de los miembros de la familia.
Está sería la cuarta fase de la búsqueda que AREMEHISA lleva realizadas en esta búsqueda desde el año 2015 en Guadalcázar. La intervención cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Guadalcázar.
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