El día 2 de febrero se conmemora el Día Mundial de los Humedales y es por ello que la confederación desea destacar la importancia de conservar estos ecosistemas globalmente amenazados. Se trata de ecosistemas de especial importancia ya que contribuyen a la biodiversidad, la mitigación y adaptación a la emergencia climática, el bienestar humano y la disponibilidad de agua dulce entre otras. Sin embargo, más del 80% de los humedales del mundo han desaparecido desde el año 1700. Esta tendencia se ha acelerado en las últimas décadas ya que el 35% de esta reducción se ha producido desde 1970. En los últimos años,el conflicto en torno a Doñana, el Mar Menor o las Tablas de Daimiel han constituido la punta del iceberg de la nefasta situación a la que se enfrentan las zonas húmedas de nuestro país.
En el Estado español gran parte de la superficie húmeda original ha desaparecido. Las zonas húmedas han sido consideradas históricamente como lugares “insalubres y necesitados de saneamiento” (Ley de Aguas de 1866). Esto ha favorecido la desecación sistemática y la transformación de usos del suelo. Actualmente, las principales presiones que causan la pérdida y degradación de humedales vienen de la mano de la agricultura y ganadería industrial, que generan en el territorio cambios en los usos del suelo, extracción excesiva de agua, contaminación. Además, otros sectores que generan impacto sobre los humedales incluyen el desarrollo urbanístico, de infraestructuras e industria.
Ecologistas en Acción exponen que en la provincia cordobesa, a todos estos factores hay que añadir la pertinaz sequía de los últimos años propiciada por el Cambio Climático, que ha mermado muy especialmente el potencial hídrico de las lagunas que forman parte de las Reservas Naturales del Sur de Córdoba, dejándolas secas como es el caso de la laguna del Rincón en Aguilar de la Frontera. Para minimizar los efectos de la sequía sobre la avifauna, desde la federación proponen «la conversión de las balsas de riego en islas de biodiversidad, construyendo en ellas islotes flotantes para facilitar la reproducción y descanso de aves», asimismo, también consideran imprescindible la protección de las cuencas vertientes y acuíferos de nuestras lagunas permanentes, Zóñar, Amarga y Rincón, para salvaguardarlas de la contaminación, de la erosión y de la sobre explotación de agua subterránea.
Por todo ello, destacan como imprescindible reivindicar la urgente y necesaria restauración ecológica de los humedales de la provincia cordobesa. Para ello se hace necesario identificarlos primero e inventariar todos aquellos que no estén incluidos en el Inventario de Humedales de Andalucía.
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