Ayer viernes nos levantábamos con la desoladora noticia del fallecimiento de César Jiménez Sanchidrián. Se nos ha ido muy joven, pues su edad, afortunadamente, en estos tiempos de avances, era temprana. Y porque su espíritu era el de un joven. Un joven experimentado enamorado de la vida, de la ciencia, de las relaciones, de la amistad, de su trabajo y sus compañeros y compañeras. De sus amistades. Desde ayer, la comunidad educativa de la Universidad de Córdoba está un poco más huérfana. Tenemos testimonios cercanos de ello. Nuestro José Manuel Matencio, presentador de Los Domingos de Paradigma y donde César era habitual colaborador en la sección de La Ventana Científica. O el gran Manuel Mora, presentador de Ciencia Radiante, que ayer se encontraba totalmente hundido. Y tantos otros y otras.
Paradigma Media Andalucía no puede sino transmitir el profundo dolor que nos causa su pérdida. Y sentirnos muy cerca de sus familiares y amistades. Sus intervenciones en Los Domingos de Paradigma quedan para la historia y nos concilian con la especie humana, ya que César supo transmitir, con su ternura, la necesidad de los estudios científicos desde el aspecto más humanístico. Por supuesto, os recomendamos recordar todas sus intervenciones, que podéis encontrar en los programas dirigidos por José Manuel Matencio, pero, como especial recuerdo y muestra de todos aquellos espacios que dedicó a la «Química del amor«, qué mejor que rememorar aquí uno de los versos que escribió a su mujer con lo que iba escribiendo en las esperas de los semáforos cuando iba en el coche. ¡Un químico poeta! Fueron 100 poemas de amor, de los que entre ella y él escogieron este:
0 comentarios