La Universidad de Córdoba (UCO) ha dado inicio al proyecto WILD-IN con una primera jornada formativa celebrada en Ciudad Real, en el marco del programa europeo IMPETUS Accelerator 2025, que financia iniciativas transformadoras de ciencia ciudadana.
Se trata de una iniciativa pionera en la categoría ‘Inclusive Citizen Science’, que busca involucrar activamente a personas con discapacidad en un proyecto de investigación científica relacionado con la conservación de la biodiversidad. A través de una experiencia práctica centrada en el conflicto entre el conejo silvestre y los cultivos agrícolas, el proyecto desarrollará y validará herramientas inclusivas que permitan la participación real y significativa de colectivos tradicionalmente excluidos de la ciencia. De esta forma, el enfoque se basa en el codiseño de materiales accesibles, la formación del equipo y de las personas participantes, la recogida colaborativa de datos de campo y el análisis participativo de los resultados.
Concretamente, el proyecto está liderado por la investigadora Rocío Serrano Rodríguez, adscrita al Departamento de Educación y al Grupo de Investigación en Educación y Gestión de la Biodiversidad (GESBIO) de la Universidad de Córdoba. Además, cuenta con un equipo de más de 30 profesionales de esta institución universitaria, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC – CSIC, UCLM, JCCM).
El mes de junio, de esta forma, ha marcado el arranque de una serie de actividades que se desarrollarán hasta enero de 2026 en Córdoba y Ciudad Real, con la participación de asociaciones como MAXIMES, Down Ciudad Real-Caminar, AUTRADE y Laborvalía.
El proyecto ha celebrado su primer encuentro en la sede de AUTRADE, con dos seminarios formativos. El primero, sobre ciencia ciudadana, ha sido impartido por José Antonio Blanco Aguiar (IREC) y ha abordado las bases de la participación social en la generación de conocimiento científico. El segundo, centrado en inclusión educativa, ha sido impartido por Rocío Serrano junto a las investigadoras predoctorales Tamara Murillo Jiménez y Cristina Quesada Cruz, donde se han trabajado enfoques pedagógicos inclusivos como el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA), el codiseño participativo y las estrategias para garantizar la accesibilidad en todas las fases del proyecto.
La iniciativa, tal y como subraya la investigadora que lidera el proyecto, «representa un ejemplo innovador de cómo la ciencia ciudadana puede ser una herramienta poderosa para generar conocimiento útil, fomentar la inclusión social y promover el diálogo entre sectores como la educación, la conservación, la agricultura y la ciudadanía».
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