Mientras este mes de Abril Francia salía a las calles a defender el sistema público de pensiones, en España las calles se inundaban de pasos de Semana Santa. Dos formas de entender la vida marcadas por su devenir histórico. Y de epílogo la parodia que la TV3 catalana hizo de la Virgen del Rocío que provoca el enfado de una parte de la población; y que es aprovechado por personajes públicos y políticos para recordarnos cómo y de qué debemos o no reirnos, porque seguramente esté escrito o acordado en algún lado más allá de sus propios códigos morales, también muy respetables. Aún seguimos con ese concepto de que la religión y territorio ( nación, región o comarca) son lo mismo. Lo opuesto a lo laico. A mi madre, hija de un republicano preso en un campo de concentración la obligaban a rezar porque si no, no era buena española. El hilo conductor sigue presente, memoria histórica.
Personajes tan lúcidos como Arturo Pérez Reverte y Julio Anguita coincidían en una reflexión que les oí por separado. España aún está muy condicionada por el Concilio de Trento y Fernando VII, quizá así se entiende el porqué de las últimas polémicas. Somos un país particular casi el único de Europa. Las ideas del protestantismo en el S. XVI, la Ilustración como consecuencia de la revolución francesa en s. XVIII- XIX y la II Guerra Mundial y la Revolución Soviética S.XX supuso un avance en valores y mentalidad en la inmensa mayoría de Europa.
En España ninguno de estos movimientos salieron victoriosos, al revés, provocó una reacción contraria hacia ellos con un fuerte apoyo popular. Hoy llegamos a situaciones tan irracionales que la opinión pública y popular pide y festeja que en las vacaciones de Semana Santa no llueva en la mayor sequia de los últimos 20 años, y dias después hay pueblos dispuestos a sacar a sus santos a la calle para que llueva y descubramos que Doñana está seca.
Ayer fue el 14 de Abril , Día de la República. Nunca la monarquía ha tenido menos apoyo, aunque se observa ya un repunte, y nunca el movimiento republicano ha estado más desorganizado cuando razones había en los últimos años para impulsarlo. Nunca tantos partidos que se declaran republicanos están en las Instituciones . Más allá de acciones memorísticas y basadas en el pasado no existe una mirada al futuro que de sentido a la necesidad de una Tercera República. La han convertido en un rito más, en una llave de paso que se abre cuando llega el calendario y que se cierra al dia siguiente .
Uno de los últimos grandes políticos que se esforzó en hablar de la III República fue Julio Anguita. El no quería mirar al pasado, a la II República permanentemente, sino hacia los pasos que había que dar para llegar a la Tercera . Recomiendo un enorme texto suyo llamado “La propuesta Republicana”, para mí unos de sus textos más importantes. Ponía en valor la Revolución Francesa, la Ilustración, y la Carta de los Derechos del Hombre y Ciudadano de 1789, lo hacia de forma tan apasionada y pedagógica como solía. Su tesis , la de Anguita, y de la de la entonces Unidad Cívica por la República, UCAR era que el movimiento republicano debía ser transversal. Sólo llegará la Tercera si se trabaja desde una amplia mayoría social que transcienda las ideologías. Porque si esperamos que la Republica venga desde la izquierda (o la derecha) no va a llegar nunca, o no será democrática.
Él tenía claro que la Republica sólo vendrá tras un periodo constituyente en la que republicanos de todas las ideologías se pongan de acuerdo en un modelo común de convivencia , donde la persona, el ciudadano sea el centro de la acción política. El concepto de ciudadanía, personas libres iguales y justas, y un Estado fuerte y garante de ello. Dentro de este marco estarán los partidos que con sus programas ahí sí influenciaran el nuevo modelo hacia un lado o a otro. El progreso vendrá determinado por la aportación de cada ciudadano y la eliminación de cualquier tipo de privilegio . El bien común.
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