A la espera de poder tener más noticias reales y con base a través de nuestras fuentes habituales sobre Sudamérica, y que tendréis muy pronto tanto en este diario digital como en nuestra radio, os dejamos un audio que nuestra amiga Olga Ramirez, que, como voluntaria de ASPA, se encontraba, hasta hace poco, en Bolivia supervisando los proyectos que la Asociación está llevando a cabo en aquél país.
Más abajo os transcribimos sus palabras también por si preferís leerlas.
Bueno, pues la situación en Bolivia bastante delicada. Lo cierto es que, para empezar, la información no está fluyendo adecuadamente, lo cual está dejando en estado de indefensión a buena parte de la población, pues no saben realmente que está pasando y los motivos de lo que está pasando. Se están dando fuertes confrontaciones dentro de la sociedad civil. Santa Cruz que es la ciudad más rica de Bolivia es la zona oriental, es la que está liderando este movimiento contra el MAS, partido de Evo Morales. No hay no hay que olvidar que el Comité Cívico de Santa Cruz ha sido siempre el más beligerante contra el gobierno de Evo Morales, más o menos violento en su acción, y su posicionamiento parece que oculta odio, discriminación y racismo a la vista de la situación. Se están quemando casas de particulares, de personas que eran cercana al MAS o militantes del partido y, como digo, la situación está siendo bastante complicada. El detonante fue el referéndum que se realizó en febrero de 2016 en el que Morales solicitaba a la población boliviana la posibilidad de poder volver a presentarse a las elecciones presidenciales que acaban de tener lugar. Según la Constitución Boliviana, después de tres mandatos nadie se podría volver a presentar a las elecciones. Sin embargo, Morales lo solicitó mediante este referéndum con la idea de volver a presentarse. Los resultados del referéndum fueron contrarios a los intereses de Evo Morales, es decir, salió que no se podía volver a presentar y aun así Morales buscó las formas para volverse a presentar. Esto ha generado un descontento muy grande en la sociedad en todos los ámbitos, obviamente, y este ha sido un poco el detonante de algo, que ya estaba inoculado en un principio que es el rechazo a las políticas de Evo Morales y lo que ellas significan. Lo que estamos viviendo entendemos, y es lo que no cuentan desde Bolivia los compañeros y compañeras, es que es un golpe de Estado. Los militares han apoyado los bloqueos en contra del gobierno de Morales y la policía, que durante un tiempo se ha mantenido completa ajena, ahora está empezando a hacer alguno alguna intervenciones por el grado de violencia que se está alcanzando en el país.
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