César Pérez Navarro.
- Los números daban, a pesar de la propaganda de estos meses en contra. Gritos de «sí se puede» resuenan en el Congreso tras la votación de la moción de censura, en la cual se ha investido a Pedro Sánchez con 180 votos a favor y 169 en contra a las 11:31 horas. Por primera vez en la historia de la democracia una moción de censura sale adelante.
- Mariano Rajoy, que ha aparecido finalmente en el Congreso de los Diputados tras su ausencia ayer por la tarde y esta mañana, se ha apresurado a dar la mano el primero al nuevo presidente del Gobierno.
- Sánchez consigue mayor apoyo en la Cámara que Rajoy, con 180 escaños, en un Congreso más coral que nunca y un sistema parlamentario, que no presidencialista: gobierna el que consigue más apoyos, no el que gana las elecciones. Rajoy salió elegido presidente con 170 votos afirmativos, 68 abstenciones y 111 en contra.
«Ha sido un honor ser presidente de España y dejar una España mejor que la que he encontré», ha afirmado Mariano Rajoy: «Ojalá mi sustituto pueda decir lo mismo en su día». «Suerte a todos ustedes, por el bien de España». Finalmente un mínimo de dignidad ganó la partida a la arrogancia y Rajoy entró al Congreso para hacer un breve alegato de despedida desde la tribuna.
Pablo Iglesias ha declarado, nada más ser preguntado al fin de la votación, que «por el fin el partido socialista se ha dado cuenta de dos cosas, que había números para formar Gobierno y que Ciudadanos es una formación de extrema derecha».
En palabras de Sánchez, el suyo será un Gobierno «socialista, paritario y europeísta». Pero también un Ejecutivo «garante de la estabilidad presupuestaria y económica», cumplidor «con sus deberes europeos» y que «cumplirá y hará cumplir la Constitución». «Un Gobierno que hará del diálogo su forma de hacer política» y «con una hoja de ruta» para «recuperar la estabilidad», atender «a las urgencias que tenga el país» y, finalmente, «convocar las elecciones generales».
Se recuperará el sistema nacional de Ciencia y Tecnología, «abandonado» por el Gobierno del PP. Se aprobará una Ley de Transición Energética y Cambio Climático que incentive la inversión en renovables así como a sentar las bases para recuperar «las hoy abandonadas políticas activas de empleo» para «elevar la cobertura de los desempleados, en especial de aquellos mayores de 50 años», y también un plan de lucha contra la despoblación.
En cuanto a la lucha para corregir el lastre de la precariedad laboral, Sáchez promete un Pacto de Rentas como el que reivindican los sindicatos para abordar «la dignificación salarial de los trabajadores y trabajadoras», y abordar medidas contra la desigualdad salarial y en el empleo entre mujeres y hombres, por lo que impulsará tanto una Ley de Igualdad Salarial como una normativa «que asegure la igualdad de género en el empleo, en su acceso y permanencia, en la formación y en la promoción interna en las empresas».
Respecto a la pobreza y las pensiones, el nuevo presidente promete en su discurso de esta mañana «eficacia del sistema para combatir la pobreza» y, en especial, la pobreza infantil, y reconstruir «los consensos rotos en el marco del Pacto de Toledo» para atender las reivindicaciones de los pensionistas. «Son los pensionistas», en su opinión, «los que han abierto, desde una ejemplar dignidad, el camino en la defensa de uno de los cimientos de nuestro modelo de Estado de Bienestar».
En relación a la sanidad, se recuperará «el carácter universal» de la sanidad pública, «devolviendo a las personas que viven en España la atención sanitaria de la que fueron excluidos en abril de 2012».
En política territorial no hay grandes compromisos, solo restablecer los puentes con todas las comunidades autónomas y, en especial, a «sentar las bases» para «normalizar» las relaciones e iniciar el dialogo entre el Gobierno y el Govern catalán.
Albert Rivera habla de una legislatura agotada, donde prácticamente no será posible sacar leyes. Repite la fórmula inventada desde el PP del «gobierno frankenstein» y habla de irresponsabilidad por parte del ex-presidente Rajoy. «Habrá que estar muy atentos a las concesiones de Sánchez» hacia los partidos nacionalistas, «aquellos que quieren liquidar España».
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