Rebelión por el Clima Córdoba es un colectivo formado por movimientos y organizaciones diversas cuyo principal propósito es coordinarse para la acción no violenta frente a la crisis climática y ecológica, bajo las premisas de la justicia social y ambiental. Este movimiento social surgió como nodo de acción local en Córdoba en la línea seguida por la plataforma estatal Rebelión por el Clima.
Esta semana, coincidiendo con la cumbre mundial sobre el clima que se celebra en Glasgow (Escocia), distintas organizaciones han llevado a cabo actividades en nuestra ciudad enmarcadas en la Semana por el Clima y el Medio Ambiente en Córdoba, que culminarán el próximo sábado 13 de noviembre con una manifestación organizada por la plataforma Rebelión por el Clima Córdoba, que partirá a las 11:30 horas de la Puerta del Puente para atravesar el Puente Romano y terminar en los jardines de la ribera del río Guadalquivir con una llamativa acción sorpresa.
La manifestación tendrá como lema «Basta de promesas vacías: ¡Actuemos ya!» y con ella la ciudadanía cordobesa se suma a los miles de manifestaciones y actividades que se han organizado en las últimas semanas por todo el estado español y en toda la geografía mundial. Desde la organización, se destaca que estas acciones se convocan «para expresar la preocupación, decepción e indignación de la sociedad civil por la ineficacia y cobardía de los gobiernos para responder a la emergencia climática que amenaza gravemente las condiciones de vida en nuestro planeta«.
Las consecuencias del cambio climático ya se están haciendo sentir en forma de fenómenos meteorológicos intempestivos, sequías y desertizaciones que cargan sus efectos más dramáticos sobre las personas, las comarcas y los pueblos más vulnerables, agravando las desigualdades sociales entre países y entre colectivos, provocando hambrunas y guerras, desaparición de especies animales y vegetales, agotando las reservas hídricas y obligando a migraciones masivas de las poblaciones afectadas.
Rebelión por el Clima Córdoba cree que «aún estamos a tiempo de evitar una catástrofe mundial de efectos irreparables. Sería posible si los gobiernos y los poderes públicos a todos los niveles (internacional, nacional, regional y local) se tomaran en serio, urgente y decididamente, las políticas de reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera (causantes del efecto invernadero) y las medidas para frenar las consecuencias del cambio climático. Eso exige un cambio drástico en el modelo de producción y consumo que nos ha llevado a esta situación, en el cual debe comprometerse el conjunto de la sociedad, especialmente las sociedades más desarrolladas, que somos las principales causantes del problema«.
La realidad, sin embargo, es que los gobiernos continúan desoyendo las insistentes evidencias y advertencias de la comunidad científica, persistiendo en políticas de escaparate que no se atreven a afrontar con valentía los cambios necesarios para frenar el crecimiento de la temperatura en el planeta, presionados por los intereses económicos de las grandes corporaciones del sector energético e industrial.
En la Cumbre del clima de París, hace ya 6 años, se adquirieron compromisos para tratar de impedir que el calentamiento global supere los 1,5º C a finales de este siglo. Pero la realidad es que esos compromisos no se han cumplido: el último informe del panel de expertos de la ONU sobre cambio climático avisa de que, si las emisiones de gases de efecto invernadero se mantienen como hasta ahora, el incremento de la temperatura media alcanzaría los 4,4 grados a final de siglo.
No faltan, desde luego, grandes declaraciones, planes y leyes. En España tenemos una Ley de Cambio Climático y Transición Energética publicada en febrero de este año. El gobierno andaluz aprobó el pasado mes de octubre el Plan Andaluz de Acción por el Clima. En Córdoba, el anterior gobierno municipal encargó y publicó en 2018 un Plan Estratégico Municipal de Adaptación al Cambio Climático que quedó en el baúl de los recuerdos y el pleno de la actual Corporación aprobó por unanimidad el 14 de noviembre de 2019, hace justamente dos años, una Declaración de Emergencia Climática en la que se adquirían unos compromisos de actuaciones concretas que hasta la fecha no han cumplido ni parece que tengan interés en cumplir.
Desde Rebelión por el Clima Córdoba denuncian «la hipocresía e ineficacia de las políticas que se han llevado a cabo ante el cambio climático. No queremos más planes, más declaraciones grandilocuentes ni más promesas vacías. Exigimos medidas concretas en el ámbito de nuestras ciudades y pueblos, de nuestra agricultura y nuestra industria, medidas contundentes en el sector energético, acciones decididas a nivel nacional e internacional que tengan en cuenta la solidaridad con los sectores sociales y los países más desfavorecidos. Porque defendemos que la justicia social y la justicia ambiental son dos caras de la misma moneda, imposibles de conseguir sin un cambio en el sistema económico y social que nos ha llevada hasta aquí«.
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