La manifestación cuenta, además, con el apoyo de cerca de un centenar de entidades, y exige la recuperación del lobo en Andalucía, especie extinguida por la persecución de que ha sido objeto por parte de los cotos de caza y por la desidia e inacción de las administraciones públicas, especialmente de la Junta de Andalucía.
Desde 2012 no se ha detectado la presencia del lobo en Andalucía, habiendo ignorado la Junta de Andalucía esta realidad, cuando por criterios científicos y por imperativo legal debería haber declarado la especie como «en peligro de extinción» y elaborar el correspondiente Plan de Recuperación.
Según explican las convocantes, el lobo es una especie clave que mantiene el equilibrio de los ecosistemas, controlando las poblaciones de grandes herbívoros, labor muy necesaria para evitar el exceso de herbivoría y favorecer la conservación y regeneración vegetal de los bosques andaluces y la proliferación de enfermedades como la tuberculosis que acaban afectando al ganado, siendo el lobo, al contrario de lo que se cree, un gran aliado de la ganadería extensiva, siempre que ésta se desarrolle poniendo en práctica las estrategias de vigilancia básicas, que se conocen, y que impiden los ataques del lobo al ganado.
Los colectivos convocantes entienden que no se puede seguir tratando al lobo como en la Edad Media, con un miedo atávico que carece de fundamento. Por el contrario, luchan porque el lobo vuelva a los montes andaluces.
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