Las regiones tropicales y subtropicales de todo el planeta están sufriendo una devastación sin precedentes. Se repite una deforestación que acaba con la vida de miles de especies, viola los derechos humanos de las poblaciones locales, acapara tierras y calienta el planeta.
En un gran número de casos el denominador común es el avance de la agroindustria, que convierte bosques y otros biomas en grandes plantaciones de monocultivos para la exportación a mercados internacionales. Es el caso de Brasil, con la producción masiva de palma y la expansión de la soja en la selva tropical de la Amazonia o la sabana de El Cerrado.
En este contexto, y en colaboración con Rainforest Foundation Norway, Ecologistas en Acción acompañará a una delegación procedente de Brasil que busca visibilizar los impactos ambientales y sociales causados por la producción de palma y soja. Su visita se centra en la necesidad de eliminar los biocombustibles de primera generación, aumentar la ambición del recién aprobado reglamento de la UE sobre deforestación importada, y rechazar acuerdos comerciales dañinos como UE-Mercosur.
Deforestación, palma, soja y biocombustibles:
Las grandes explotación de aceite de palma y soja que se destina a mercados globales principalmente para producir biocombustibles son la principal causa de deforestación en países como Indonesia o Brasil.
En 2019 más del 50% de las importaciones de palma de la UE se destinaron a fabricar este tipo de combustible. Ese mismo año, España se situó como el mayor productor de biocombustibles a base de palma de toda la UE con un notable impacto negativo en el Campo de Gibraltar.
En 2019, la palma fue catalogada por parte de la Comisión Europea como materia prima de “alto riesgo de causar cambios indirectos en el uso de la tierra” (ILUC, por sus siglas en inglés). A consecuencia de ello, se ha triplicado el crecimiento del sector de los biocombustibles a base de aceite de soja desde 2005. Una materia prima catalogada como de “bajo riesgo de ILUC”, a pesar de tener unas características y causar unos impactos muy similares a la palma.
A pesar de considerarlos “bio”, los combustibles elaborados a base de palma y de soja emiten hasta el triple y el doble de gases de efecto invernadero que el combustible fósil, respectivamente, si se tienen en cuenta las emisiones asociadas a la destrucción de ecosistemas ricos en carbono para cultivar palma y soja en su lugar.
Por todo ello, como parte de esta gira, las activistas de Brasil buscan incidir para que España elimine los biocombustibles producidos a partir de aceite de palma y de soja de forma inmediata, tal y como ya están haciendo nueve países de la UE. Asimismo, persiguen que se incluya la soja en la categoría de “alto riesgo de ILUC” en la revisión del Acto Delegado 2019/807 para proteger los ecosistemas, los sumideros de carbono y los modos de vida de los pueblos originarios.
Acuerdos comerciales que agravan la emergencia climática y las desigualdades sociales
Otro de los elementos que las delegaciones pondrán sobre la mesa son las consecuencias de los acuerdos de comercio e inversiones que la UE negocia actualmente con el bloque Mercosur. De llegar a ratificarse, el acuerdo UE-Mercosur sería uno de los mayores acuerdos comerciales del mundo, con graves impactos ambientales y climáticos, deforestación, incendios y pérdida de biodiversidad.
Solo en el caso de Brasil, la firma del acuerdo comercial UE-Mercosur supondría un acicate para la deforestación, siendo los cambios de usos de la tierra por motivo de la agroindustria, responsables de casi la mitad (49%) de las emisiones de dicho país. Además de la extensión de los monocultivos y el acaparamiento de tierras, este acuerdo fomentaría los proyectos de minería a gran escala, agravando el desplazamiento de las comunidades y los conflictos violentos (en 2022 casi un millón de personas sufrieron conflictos rurales violentos en Brasil).
Los sindicatos, activistas y pueblos originarios denuncian cómo la deforestación, los proyectos de minería a gran escala y los gigantescos monocultivos amenazan directamente sus territorios, a las comunidades rurales y a las trabajadoras y trabajadores de toda la región, perpetuando un sistema neocolonial de acaparamiento de bienes en el que el bloque latinoamericano queda relegado a la provisión de bienes primarios.
Gira por Europa.
La delegación brasileña conformada por Juliana de Athayde, de la Asociación de Abogados de Trabajadores Rurales y de la Campaña Nacional en Defensa del Cerrado, y Pollyana de Carmo integrante de Repórter Brasil, viene de participar en diversos actos y reuniones institucionales en Madrid y Granada. Tras la visita a España continuará dicha gira por Alemania y Bélgica. El miércoles 8, a las 17 horas, tendrá lugar un encuentro con las activistas en el Salón de Actos del Instituto de Estudios Sociales Avanzados-CSIC. En dicha mesa participarán así mismo, Mamen Cuéllar, profesora e investigadora del Instituto de Sociología y Estudios Campesinos de la UCO, y Asli Öcal, doctora en sociología, experta en políticas públicas internacionales sobre agricultura y alimentación.
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