Hay numerosos estudios que reflejan el hecho de que las mujeres no terminan de estar presentes un número paritario ni aproximado en varias ramas del saber, sobre todo en el área de ingeniería – tecnología.
Entre esos datos, se desgranan resultados parciales que indican que durante la adolescencia ya aparecen las primeras bajas en el ámbito científico-técnico y esa desmotivación puede tener una de sus razones en la falta de referentes propios que hagan que las niñas y adolescentes vean a la Ciencia y la Tecnología como un ámbito de desarrollo profesional. Por otra parte, esta tensión se arrastra en el resto de estadíos de la educación haciendo que se den incluso diagramas de tijera en los que haya una gran proporción actual de estudiantes de Grado pero pocas lleguen a posiciones de investigadoras post-doctorales y profesorado universitario.
Con el fin de corregir estas tendencias, varias son las entidades públicas y privadas que se han sumado a esta iniciativa de Naciones Unidas, siendo la Universidad de Córdoba y su Unidad de Cultura Científica una de las mayores referencias a nivel nacional en la promoción de actividades de divulgación científica con perspectiva de género que alcanzarán su culmen con el formato «Las Que Cuentan la Ciencia» que este año se hace en colaboración con The Conversation y Maldita Ciencia. Desde el mes de enero, actividades con los centros educativos encaminadas a potenciar el perfil de las investigadoras presentes y pasadas, para conseguir que haya más investigadoras futuras se llevan realizando con muy buena acogida y resultados.
Aquí una muestra del formato «Las Que Cuentan la Ciencia» del año pasado, para mayor cercanía del formato.
En la búsqueda de soluciones a nuestros problemas y por descubrir nuevos misterios del universo no sobra nadie, pero faltan ELLAS.
Viva el 11 de Febrero, Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
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