La 11ª emisión de Domingos Laicos está dedicada a Laicismo y Cristianismo. Presentado por Ana Baragaña y José Antonio Naz y con la participación de Adela Jiménez Villarejo y Miguel Santiago, ambos miembros de comunidades cristianas populares y de redes cristianas. Ella y él aportan una gran profusión de datos y argumentaciones para defender su opinión, como personas cristianas laicas, de que se mantiene la confesionalidad latente del Estado, por mucho que la Constitución de hace cuarenta años la derogara y decretara la aconfesionalidad.
Ambos son muy críticos con la Iglesia Católica, institución que consideran casi antagónica con los principios del cristianismo y sobre todo de los propugnados por el personaje de Jesús de Nazaret. Adela y Miguel dejan claro que los verdaderos cristianos tienen que ser laicos y el Estado tiene que serlo y velar por que toda la sociedad lo sea, como base de la democracia. En el presente programa, hacen un repaso de la historia anticristiana de la Iglesia Católica, y del involucionismo de los últimos años, traído por el ultracatolicismo de la mano de la ultraderecha. Miguel habla de la realidad de nuestra ciudad, del exceso de procesiones y de invasión de los espacios públicos, que están convirtiendo la Semana Santa en el año santo.
Pero también manifiestan su esperanza por un cambio hacia una sociedad más laica, porque de hecho ya está secularizada y no sigue las directrices de la Iglesia: mayoría de matrimonios civiles, fuerte disminución de los bautizos, mínima asistencia a las misas… Y manifiestan su compromiso por los derechos humanos y por un Estado Laico, para lo que trabajan desde sus comunidades, y con todo tipo de colectivos sociales que comparten objetivos similares.
Agradecemos sus aportaciones sensatas y valientes, acordes con su compromiso social activo y solidario.
Si la décima parte de los partidos, organizaciones y colectivos que se dicen laicos tuvieran la décima parte de coherencia que estas personas, no estaríamos viviendo esta irracional paradoja de Estado y sociedad aconfesional con prácticas de nacionalcatolicismo.
Totalmente de acuerdo con lo vertido en esta disercion..Ana Baragaña es una gran persona, comprometida y honesta. La conozco personalmente y este país de pandereta y cazo, necesitaría muchas más personas como ella…